En el catálogo de frases célebres que dejó como legado el General Perón, se encuentra aquella de “hacer tronar el escarmiento”. Pues bien, a su modo, el intendente de Neuquén, Horacio Quiroga, la puso en práctica y castigó con todo el rigor de las normas a su alcance, a los municipales que pegan faltazos injustificados (según lo establecen los organismos de control).
Los castigados ya han sido varios, y los escarmientos siguen. Tanto es así, que en las últimas horas se conoció la cesantía de una ahora ex empleada que se ausentó de manera injustificada, durante dos meses seguidos. Para ser precisos, se le contabilizaron 41 inasistencias entre junio y julio de 2017.
La agente LAD (por sus iniciales) ni siquiera se presentó a la audiencia en la que iban a tomarle declaración indagatoria administrativa, por lo que no pudo explicar las razones de sus ausencias.
En todo caso, su defensa corrió por cuenta del Sindicato de Trabajadores Municipales, que expuso que la mujer tiene problemas de salud; y propuso que se arbitraran los medios para un tratamiento y para la jubilación. Pero la postura del sector gremial quedó en minoría frente a la de los otros miembros de la Junta de Disciplina.