Los vecinos de Bariloche fueron convocados a las urnas para el próximo 9 de noviembre para resolver, por sí o por no, un paquete de temas cruciales que marcarán el rumbo del gobierno municipal. Con un referéndum obligatorio y vinculante, el intendente Walter Cortés pateó el tablero y decidió poner en manos de la ciudadanía una serie de proyectos que el Concejo Deliberante le traba sistemáticamente. La consulta popular, sin antecedentes por su volumen y complejidad, se celebrará apenas dos semanas después de las elecciones legislativas nacionales.
La iniciativa incluye desde la declaración de una emergencia habitacional para avanzar con loteos sociales, hasta la creación de un nuevo tributo que deberían pagar los turistas. Pero también se debatirá si el municipio debe seguir pagando los sueldos de los gremialistas con licencia, si se autoriza el funcionamiento de Uber y similares, y si se dona un inmueble clave a los excombatientes de Malvinas. Todo, en una sola boleta y con un único objetivo: destrabar lo que Cortés define como “el muro de contención” que le impone el Deliberante.
La resolución fue firmada este lunes y dejó en claro el fastidio del intendente con el funcionamiento del Concejo. Por eso, apeló a la “soberanía popular” y a la “legitimación democrática” para darle fuerza a sus decisiones de gobierno. El resultado del referéndum será obligatorio para el municipio, lo que significa que, gane el sí o gane el no, lo que voten los barilochenses irá directo al boletín oficial.
Con más de 110 mil vecinos en condiciones de votar, la organización del referéndum recaerá sobre la Junta Electoral, que deberá encargarse del diseño de boletas, la disposición de las mesas, la elección de autoridades y la difusión de las preguntas. Aunque no se detalló el costo total de la consulta, ya se anticipó que se financiará con recursos de la Jefatura de Gabinete.
Las 10 preguntas que votará Bariloche
Cada pregunta estará acompañada de su correspondiente casillero de “sí” o “no”, y se espera que el diseño definitivo de la boleta esté listo en los próximos diez días. Estas son las propuestas que se someterán a la voluntad popular:
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Emergencia habitacional: ¿Prorrogar hasta 2027 la emergencia para facilitar nuevos loteos sociales?
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Infraestructura vial: ¿Aprobar un plan solidario con sistema de repago para obras de asfalto?
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Transporte digital: ¿Autorizar servicios de transporte privado mediante aplicaciones móviles?
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Contribución turística: ¿Establecer un nuevo tributo que financie mejoras en la ciudad?
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Licencias gremiales: ¿Que los sindicatos paguen los sueldos de sus dirigentes licenciados?
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Reforestación de la costanera: ¿Reemplazar los pinos por especies autóctonas?
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Isla Huemul: ¿Promover su puesta en valor como espacio ambiental y turístico?
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Malvinas: ¿Donar a los excombatientes el inmueble municipal de Av. Rosas 435?
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Pileta olímpica: ¿Construir un natatorio municipal de acceso público?
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Centro de Convenciones: ¿Finalizar la obra y destinarla a usos culturales y turísticos?
Cortés definió este mecanismo como “una herramienta de construcción participativa” en una ciudad que es la más desigual y extensa de toda la provincia de Río Negro. Su apuesta es fuerte: abrir el juego y pasar por arriba de la burocracia política con la legitimidad directa de las urnas.