Si alguien tenía dudas de que la Línea Sur late con fuerza, que se asome al hospital de Jacobacci: en apenas tres días, seis bebés llegaron al mundo y dejaron al personal médico con la sonrisa de oreja a oreja y el corazón rebalsado. Un verdadero baby boom en pleno invierno patagónico.
El hospital “Dr. Rogelio Cortizo”, centro de referencia de la región, fue testigo de una seguidilla poco habitual. En un fin de semana que rompió récords, nacieron cinco varones y una niña: Benjamín, Julián Sebastián, Mía Evangeline, Eliel Felipe, Elián Iker y Yuset Caleb. Todos en perfecto estado de salud, al igual que sus madres, que atravesaron partos seguros, respetados y llenos de cuidados.
Los nacimientos no solo alegraron a las familias de Maquinchao, Sierra Colorada, Los Menucos e Ingeniero Jacobacci, sino que también pusieron en valor el esfuerzo de todo el equipo de salud del hospital: desde obstétricas hasta mucamas, pasando por pediatras, enfermeras, instrumentadoras y médicos de quirófano. No faltó nadie en esta fiesta de vida.
Desde la dirección del hospital, reconocieron que no es común tener tantos partos en tan poco tiempo: lo habitual es entre uno y tres por semana. Pero como suele decirse, cuando la cigüeña agarra ritmo… ¡no la para nadie! Y así fue: seis nuevos habitantes para poblar la Patagonia profunda.
Además de la emoción, estos nacimientos trajeron consigo una señal poderosa: en la Línea Sur también se puede nacer con respeto, con amor y con calidad médica. Porque en Jacobacci, el hospital “Cortizo” no solo asiste partos, sino que abraza historias de vida. Y este fin de semana, esas historias se escribieron de a seis.