Hace 25 años, a tan solo dos años del primer Triple Crimen que conmocionó a Cipolletti, un grupo de mujeres de la ciudad se unió con el propósito de exigir justicia y brindar apoyo a familiares de las víctimas. Con el tiempo, la organización creció, dando lugar a la Multisectorial de Mujeres y luego a la Asamblea Ni Una Menos de Cipolletti.
Con el correr de los años la red creció, así como su labor. Hoy continúan firme con su compromiso de acompañar a mujeres y disidencias que enfrentan situaciones de violencia por razones de género.
“Fuimos creciendo, vamos mutando, y somos un grupo de mujeres que va renovándose constantemente. Somos pocas las quedamos de aquellos inicios”, se escucha en la voz de una de sus referentes, Daniela Verdugo.
La labor de la Asamblea Ni Una Menos ha sido invaluable en una ciudad marcada por crímenes atroces contra mujeres, muchos de los cuales han quedado impunes.
Los nombres de las víctimas perduran en la memoria colectiva gracias al firme compromiso de la organización, que lucha para que no caigan en el olvido. En cada marcha, sus nombres se alzan con fuerza. A 31 años del femicidio de Janet Opazo, asesinada en un descampado del barrio Labraña en 1993, su nombre aún resuena, al igual que los de María Emilia González, Paula González y Verónica Villar, desaparecidas el 9 de noviembre de 1996 y halladas asesinadas días después. También permanece presente el recuerdo de Ana Zerdán, víctima de un femicidio en 1991 en un laboratorio de la calle San Martín 930.
A lo largo de los años, la lista de víctimas en Cipolletti siguió creciendo: Alejandra Carbajales, Mónica García y Carmen Marcovecchio, marcadas por el segundo triple femicidio que sacudió la ciudad en 2002. Más recientemente, Agustina Fernández y Agustina Gisfman se sumaron a esta trágica nómina.
El trabajo de las mujeres que conforman esta amplia red es autogestivo y se caracteriza por el compromiso de cada una de ellas en ofrecer lo mejor de sí misma. No actúan de manera aislada, sino en red y en colaboración con diversas organizaciones de la ciudad y la provincia. Trabajan con el hospital, escuelas, agrupaciones barriales, pero siempre dejando en claro que "ayudan", pero saben que "hay un responsable quien debe dar respuesta por todo esto, y ese es el gobierno”.
Cómo trabaja la organización en Cipolletti
Estas mujeres recorren las calles y el territorio incansablemente. En sus primeros años, su labor se desarrolló de manera discreta, pasando casi desapercibida por la comunidad. Sin embargo, cada vez que ocurría un acto de violencia, salían a las calles para visibilizar la situación y alzar su voz en defensa de las víctimas.
“Fueron muchos años de un trabajo callado y la comunidad no sabía qué hacíamos. Pensaban que solamente éramos las que salíamos a las calles, escribíamos la comisaría y hacíamos la marcha, pero hace un par de años atrás empezamos a revertir eso y salimos a contar. Ahí la sociedad empezó a revalorizarnos desde otro lugar y a entender que lo que hacíamos era un montón, entonces conseguimos a alguien más para articular, la misma sociedad es la que nos va ayudando”, sostuvo Daniela.
"Creo que el acompañamiento social se empezó a sentir cuando la organización empezó a abrir el espacio a la comunidad y a contar que no eran solamente las que hacían la marcha, sino que son parte de un espacio que busca mantener la memoria colectiva", expresó Daniela, y agregó que "las generaciones nuevas no saben mucho de lo que pasó en Cipolletti. Saben los últimos casos, y también nos enfrentamos a una sociedad que es bastante elitista con fuertes desigualdades, pero nosotras salimos por todas, sin excepción”, manifestó.
No solo brindan acompañamiento, sino que también trabajan en la prevención de situaciones de violencia en las adolescencias. En los últimos años, han llevado su labor a las escuelas, enfocándose en la prevención y erradicación de la violencia de género. “Creamos videos y nos acercamos a las juventudes, porque es en ese contexto donde surgen preguntas. Ahí está nuestra oportunidad de prevenir, de enseñarles a identificar señales tempranas que, si no se abordan, pueden convertirse en actos graves contra las mujeres”, explicó.
Su labor con familias de mujeres víctimas de femicidios
El apoyo que brindan a las familias de mujeres víctimas de femicidios es invaluable. Entre los casos más recientes que destacaron la labor de la Asamblea Ni Una Menos se encuentran el acompañamiento y contención a los familiares de Patricia Rendón, asesinada en Catriel, y el de Agustina Fernández, una joven estudiante que llegó a Cipolletti con el sueño de convertirse en médica, pero en julio de 2022 fue brutalmente atacada por su vecino Pablo Parra, y murió días después.
Cada femicidio conmovió profundamente y generó una fuerte movilización, dejando una huella en las integrantes de la red, quienes además lograron establecer vínculos cercanos con las familias de las víctimas.
“Cada caso tiene su particularidad y cada uno dejó un aprendizaje. Nuestra ciudad no fue la misma después del primer triple crimen. Ahí empezó nuestra modificación social. Con Agostina Gisfman descubrimos una red de trata muy grande que había acá en Cipolletti, y fue un antes y un después y aún hoy siguen apareciendo víctimas. Con Agustina Fernández, se nos escapó que se había ampliado tanto la oferta estudiantil y nosotras no pudimos detectar que las estábamos dejando solas, que no teníamos un corredor seguro, que no había una asistencia psicológica, que había tantas cosas que teníamos que brindarles y que no las pudimos ver. Entonces, creo que todos los casos nos dejaron un antes y un después. Todos nos modifican en algo socialmente", señaló.
Violencia de género: números alarmantes para la región
Desde la Asamblea Ni Una Menos alertaron sobre el aumento de casos por violencia de género en los últimos tiempos. La organización recibe, cada semana, tres nuevos casos que no solo reflejan situaciones de violencia, sino también problemáticas vinculadas a la crisis social.
“Estamos teniendo una gran problemática en Cipolletti que tiene que ver con los consumos excesivos, y también trabajamos sobre estas temáticas. Nos capacitamos con fiscales para poder asesorar a las víctimas”, afirmó. Sin embargo, precisó que el enfoque principal de la organización es la prevención.
“Nosotros estamos todo el tiempo en el territorio, conocemos las realidades, pero nos pasa que cuando llegamos a otros organismos nos quedan mirando como diciendo es tanto, y si algunas son terribles, pero también hay un montón de cosas que son sumamente gratificantes”, manifestó.