El dolor de perder a un hijo es una herida que nunca se cierra, y Mónica, la madre de Santi Huber, lo sabe bien. Su hijo, un joven de 19 años lleno de sueños y proyectos, falleció de manera inesperada debido a un aneurisma. Lo que parecía ser el comienzo de una prometedora vida, se truncó repentinamente, dejando a su familia y amigos en una profunda tristeza.
Mónica, reconocida docente en la Cipolletti, recurrió a las redes sociales para expresar su angustia y buscar consuelo en medio del dolor. “¡Amorcito mío! No caigo, no entiendo. ¿Cómo comprender que ya esto no volverá a suceder, mi chiquito? Tantos por qué sin respuestas”, escribió en un mensaje.
El joven Santi era el menor de cuatro hermanos y el más consentido por sus padres, Mónica y Orlando. Su pasión por el fútbol lo llevó a jugar en equipos locales como San Martín, San Isidro y recientemente en San Sebastián, donde defendía los colores en la Liga Deportiva Confluencia. Además, había finalizado sus estudios secundarios en el CET N° 9, con la ilusión de seguir una carrera en ingeniería.
La muerte de Santi no solo impactó a su familia, sino también a las instituciones donde dejó su huella. Su carácter amable y su dedicación lo convirtieron en un joven muy querido, lo que hizo que su pérdida se sintiera profundamente entre sus compañeros y amigos.
Después del sepelio, Mónica compartió otro mensaje en sus redes: “Es que me quedó un huequito en el corazón, y es por ahí donde se cuelan los suspiros, los recuerdos y todo el amor que te tengo... Vuelve con un abrazo que me reconstruya el alma, que selle todas las fisuras que provocó tu ausencia”, finalizó.