Lo que empezó como una compra online terminó en un juicio. Un vecino que compró una máquina de soldar a través de Mercado Libre denunció que el equipo no funcionaba correctamente desde el primer uso, y que tras varios reclamos sin respuesta efectiva, se vio obligado a iniciar acciones legales. El Juzgado de Paz de Cinco Saltos le dio la razón y condenó a la empresa vendedora: Bulfer Ferretería Industrial.
Según relató el comprador, la soldadora no tenía potencia suficiente ni siquiera al máximo de su capacidad. A partir de ese momento, comenzó un largo ida y vuelta con la ferretería a través de los canales de la plataforma. Primero, le pidieron que enviara el equipo para revisarlo. Después de dos meses, la máquina volvió con la misma falla.
Lejos de resolverse, el problema escaló. La ferretería le pidió un video como prueba del desperfecto. Lo envió. Le pidieron que reenviara el producto. Lo hizo. Pero la empresa alegó que no había recibido el equipo y finalmente, rechazó la devolución.Le echó la culpa al cliente, argumentando que presentaba golpes y el comprador advirtió que el código de control no coincidía con el del aparato que había enviado.
Cansado del destrato, el hombre recurrió a la justicia y encuadró el reclamo bajo la Ley de Defensa del Consumidor, como proceso de menor cuantía. Tanto Mercado Libre como la ferretería fueron notificadas. Mientras la plataforma de e-commerce respondió y participó en la audiencia, la empresa vendedora no se presentó. Más adelante, el cliente desistió de su reclamo contra Mercado Libre y continuó el litigio sólo contra Bulfer.
El juez reconoció que la ferretería incumplió los deberes de trato digno, buena fe e información clara. El fallo fue contundente: la ferretería deberá pagar por daño patrimonial, es decir, el valor del equipo; por daño moral, por el maltrato y el desgaste de tener que judicializar el reclamo; y por daño punitivo, una multa por el accionar desaprensivo de la empresa.
Así funcionan los juicios de menor cuantía en Río Negro
Si tu reclamo es por un monto que no supera $1.800.000, podés acceder a un proceso judicial rápido, gratuito y sin necesidad de abogados: se trata de los juicios de menor cuantía, que se tramitan en los Juzgados de Paz de toda la provincia. Si el caso es ejecutivo (por ejemplo, el cobro de una deuda con documento), el límite es de $900.000. Este mecanismo fue actualizado en 2024 por el Superior Tribunal de Justicia y está pensado para que cualquier persona pueda ejercer sus derechos sin trabas ni costos.
El proceso es simple: solo necesitás presentar un formulario en el juzgado de Paz más cercano, donde expliques el problema, identifiques a la otra parte y detalles cuánto estás reclamando. Luego te van a citar a una audiencia para intentar llegar a un acuerdo. Si no hay arreglo, el juez o jueza resolverá en base a las pruebas. Podés usar esta vía para reclamar por compras fallidas, servicios mal prestados, conflictos con vecinos, entre otros. No se permite usarla en temas de familia, laborales, sucesiones o desalojos.
Este tipo de juicios busca ser ágil, cercano y accesible, especialmente en pueblos y parajes donde no hay juzgados ordinarios. Con este trámite, se garantiza que el acceso a la justicia no dependa del dinero ni del lugar donde vivas.