La reciente decisión del Gobierno Nacional de prorrogar por 45 días la implementación del nuevo Reglamento de Permisos Turísticos profundizó la tensión con un sector clave del turismo argentino: los guías turísticos. La medida, publicada este lunes en el Boletín Oficial por la Administración de Parques Nacionales (APN), argumenta "cuestiones operativas", pero en los territorios el malestar es palpable. En especial en provincias como Neuquén, donde el turismo es una de las principales fuentes de ingreso y desarrollo regional.
La normativa en cuestión, la Resolución 62/25, fue anunciada en marzo y establecía una serie de cambios sustanciales en los reglamentos vigentes. Entre ellos, la eliminación de la obligatoriedad de contratar guías para excursiones terrestres en áreas protegidas. Para las grandes empresas turísticas, esto puede suponer una reducción de costos; pero para los trabajadores independientes, como los guías de montaña y naturaleza, significa una amenaza directa a su fuente de empleo.
"Esto es un retroceso absoluto"
Virginia Gallardo, guía de turismo y delegada de ATE en el Parque Nacional Lanín, fue contundente en sus declaraciones a AM550:
“Se apuraron en sacar estas reglamentaciones para tener títulos y un impacto en la sociedad. Esto afecta directamente a los guías de turismo, una profesión bastardeada”, explicó.
Desde su experiencia en terreno, Gallardo advierte que la medida no solo pone en riesgo puestos de trabajo, sino que perjudica al propio sistema de control y conservación de los parques nacionales.
“Podemos hablar muchísimo de lo que significa para las áreas protegidas el rol del guía. Son miles de hectáreas donde no hay control constante, y el guía muchas veces es quien da aviso ante un incendio o un incidente. También es quien interpreta el paisaje y conecta al visitante con las comunidades locales.”
Neuquén: una provincia que vive del turismo
Según datos del Ministerio de Turismo de Neuquén, más de 3.000 personas trabajan como guías turísticos en la provincia, ya sea de manera independiente o como parte de cooperativas y agencias locales. La mayoría se desempeña en parques nacionales como Lanín, Arrayanes y Nahuel Huapi, donde los circuitos de senderismo, kayak, avistaje y trekking requieren conocimientos técnicos, seguridad y una narrativa interpretativa del entorno.
Neuquén recibió más de 1.2 millones de turistas durante la temporada 2024, siendo una de las provincias con mayor crecimiento en turismo interno y receptivo, especialmente en destinos como San Martín de los Andes, Villa La Angostura y Junín de los Andes.
“El guía de turismo no es un lujo, es una necesidad para el turismo sustentable. Esta resolución lo ignora completamente”, agregó Gallardo.
Un gremio precarizado
La figura del guía de turismo ha sido históricamente precarizada, con salarios inestables, poca cobertura legal y escasa valorización institucional. Recién en los últimos años, y tras numerosas luchas sindicales, la actividad comenzó a profesionalizarse. La resolución 62/25, según denuncian desde el gremio, representa un intento de retroceder en esos derechos adquiridos.
“Desde el gremio vemos que estas nuevas resoluciones lo único que hacen es beneficiar a las grandes empresas, dejando a la deriva a los eslabones más débiles como son los guías”, sentenció Gallardo.
¿Y ahora qué?
Con la prórroga de 45 días, el conflicto no se diluye: solo se pospone. Desde las asociaciones de guías de turismo y los sindicatos ya se organizan para solicitar la derogación completa de la resolución o, al menos, su reformulación con participación del sector. Mientras tanto, el gobierno parece avanzar con una lógica de desregulación que prioriza la eficiencia económica por sobre la sostenibilidad ambiental, el empleo y la experiencia turística integral.
En una provincia como Neuquén, donde el turismo no solo es fuente de ingreso, sino también de identidad y preservación natural, el rol del guía es mucho más que un servicio: es un puente entre el visitante y el territorio.