La situación de la empresa NRG Argentina, principal proveedora de arenas para fracking en Vaca Muerta, atraviesa una grave crisis. A la reciente presentación de convocatoria de acreedores, se suma ahora una nueva ola de despidos: al menos 20 trabajadores fueron desvinculados en las últimas horas en el sector de canteras, según denunció la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA). Pero el número real de personas que quedaron en la calle se estima en unos 200, desde que comenzó las dificultades .
"Nos ofrecieron la liquidación en tres cuotas, porque dicen que no tienen plata. Pero siguen comprando arena afuera", contaron trabajadores afectados, que no se mueven de la puerta de la empresa, en el sector norte de bardas de Allen, para visibilizar la situación. La propuesta que recibieron incluye un primer pago recién el 31 de julio, otro en agosto y el último en septiembre. Mientras tanto, no cuentan con ingresos ni certezas.
Desde la empresa informaron en los últimos días a sus proveedores, mediante un correo electrónico, que iniciaron un proceso judicial en un Juzgado Comercial de la Ciudad de Buenos Aires para solicitar el concurso preventivo de acreedores. En ese mensaje atribuyeron la crisis a factores macroeconómicos, la caída de la demanda de servicios en la industria petrolera y el incremento de costos logísticos y operativos.
El delegado de AOMA en la región, Kevin Muñoz, confirmó que los despidos son sostenidos desde hace meses. "NRG llegó a tener cerca de 800 trabajadores en sus distintas plantas. Hoy no llega a 400. Y la tendencia es que sigan bajando", relató en declaraciones radiales.
A la incertidumbre económica se suma el vacío institucional. "No tenemos respaldo de la Secretaría de Trabajo. Hablamos con ellos, les planteamos el problema, pero no nos dan respuestas”, reclamó Muñoz. Los empleados despedidos temen que, si la empresa avanza hacia la quiebra, pierdan definitivamente la posibilidad de cobrar las indemnizaciones.
En paralelo, los empleados descartan realizar medidas de fuerza más duras, como bloqueos o protestas frente a la planta, por temor a represalias. "Tenemos miedo que nos metan Gendarmería", dijeron.
La crisis ya está instalada, y cada día que pasa, los afectados son más. El riesgo de un colapso total, si no intervienen con urgencia las autoridades laborales y económicas, es cada vez más real.