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Viernes 04 de Julio, Neuquén, Argentina
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Un importante barrio de Neuquén recupera un salón para abrir un comedor para los chicos

En el corazón del barrio Islas Malvinas, vecinos y vecinas acondicionan un espacio comunitario que estaba abandonado. El objetivo: brindar comida y contención a niños, madres solteras y abuelas en situación vulnerable.

Por Redacción

Viernes, 04 de julio de 2025 a las 07:05
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Entre las calles Dr. Ramón y San Lucas, al lado de la Capilla Sagrada Familia, el barrio Islas Malvinas vuelve a respirar esperanza. Luego de años de abandono, un salón comunitario ubicado en la manzana 8, lote 14, está siendo recuperado por la comisión vecinal con un objetivo claro: abrir un comedor para los chicos y las familias más necesitadas.

“El lugar estaba destruido. Lo habían hecho bolsa”, cuenta con dolor pero también con orgullo Juan Domingo Antiñir, presidente de la Comisión Vecinal. “Había un grupo de personas que lo tenía con luz enganchada y usando garrafas comunes. Nadie pagaba nada. Se debían casi tres millones de pesos en boletas y matrículas”.

La historia de este espacio es también la historia de muchos barrios: infraestructura comunitaria venida a menos, apropiaciones informales, y vecinos que no bajan los brazos. “Nos costó mucho recuperarlo. Es un espacio del barrio, de la vecinal. Es de los vecinos”, remarcó Antiñir.

El cambio comenzó a gestarse hace un mes, cuando la comisión firmó un convenio con el Municipio de Neuquén para regularizar el lugar. “Quiero agradecer a la gestión del intendente Mariano Gaido. Gracias a ese acuerdo, el salón pasó formalmente a la comisión vecinal, y ahora podemos avanzar con el proyecto”, explicó Antiñir.

Pero el objetivo no es simplemente alimentar. El proyecto busca acompañar integralmente a familias en situación de vulnerabilidad. “Queremos que sea un comedor para madres solteras, para abuelas. Pero no vamos a hacer un comedor para seguir juntando gente por juntar. Vamos a poner asistencia social, y que los chicos puedan estudiar, comer y tener una oportunidad”, adelantó.

En un contexto económico difícil, donde muchas familias apenas logran llegar a fin de mes, estas iniciativas comunitarias vuelven a poner en el centro valores como la solidaridad, la organización vecinal y la recuperación de lo común.

El salón aún está en proceso de acondicionamiento, pero en Islas Malvinas ya se siente ese clima de barrio que, cuando se organiza, hace posible lo imposible.

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