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Jueves 24 de Abril, Neuquén, Argentina
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Matías Cordero capta la magia del otoño en Aluminé

Este joven realizador audiovisual encuentra los escenarios ideales para capturar estos extraordinarios paisajes otoñales.
Martes, 11 de abril de 2023 a las 16:15

Más allá de lo que anuncia el calendario, la naturaleza se expresa por sí misma. Y, por estos días, con un estallido de color y calidez, nos anuncia que el verano terminó y que una nueva estación está comenzando. Árboles y plantas, cada especie a su tiempo, por una sucesión de reacciones químicas en su interior, cambian el color de su follaje dejando atrás el verde vibrante del verano para dar paso a los rojos y los naranjas, al ocre y el amarillo, que pronto estarán decorando el suelo de los bosques. 

Para los que no podemos verlo en vivo y en directo, por suerte existen personas como Mati Cordero: un talentoso realizador audiovisual autodidacta, oriundo de la localidad de Aluminé, que conoce maravillosos rincones de la cordillera neuquina. En ellos encuentra los mejores escenarios para capturar paisajes otoñales extraordinarios durante su estación favorita. 

 

Foto: Lago Quillén.

“Este es un lugar increíble. Sobre todo porque ofrece una vista preciosa del volcán Lanín: cautivante siempre, desde donde lo mires. Y también tiene bosques muy tupidos, que cuando cambian el color en otoño se ven muy hermosos”, detalló Cordero.  

 

OTOÑO MÁGICO

El otoño para mi es cuando el lugar donde vivo se vuelve más mágico. Es casi como estar dentro de una película. Acá tenemos muchos árboles que cambian de color, ya sean exóticos como el álamo o la rosa mosqueta (que no es una árbol, pero cambia de color) o nativos como el roble, las lengas o el ñire. Son los protagonistas del otoño porque tienen unos colores increíbles”, explica el joven fotógrafo y destaca lo hermoso que es para él poder andar en medio de esos bosques donde, por momentos, “parece que estás en otro planeta”. 

 

Esta es la época del año que guardo para regalármela. Por eso, si tengo la posibilidad de dejarme unos días libres del trabajo, elijo siempre que sean en otoño para poder disfrutarlo. Y mi disfrute pasa por poder salir con la cámara y estar en medio de los bosques.

 

Él sabe muy bien a dónde tiene que ir para encontrar escenarios únicos para poder captar paisajes desde nuevos ángulos que seduzcan nuestra retina. Es que, nacido y criado en Aluminé, de tanto en tanto le gusta volver a lugares que visitó de chico junto a su familia para inmortalizar aquellos tiempos en una imagen.

“Me acuerdo cuando nos íbamos de veranada que arreábamos las vacas hasta Magdalena, un lugar cerca del Lanín. Ese era un tremendo lugar, increíble. Creo que haber tenido la posibilidad de vivir y crecer en el campo, en un ambiente rodeado de tanta naturaleza, me ha llevado a que el estilo de fotos que hago esté relacionado principalmente con la naturaleza y sus paisajes”, recuerda.

 

Foto: Lago Ñorquinco.

“Este lago es uno de mis lugares favoritos de acá. Es un lugar hermoso que visito en todas las estaciones, pero me encanta en otoño porque tiene muchos robles que cambian de color, se ponen naranjas o amarillos, y se mezclan junto con los bosques de araucarias que están verdes siempre. Entonces, se pone muy hermoso. Y siempre me gusta encontrarle un ángulo diferente en que se pueda apreciar la magia del lugar desde otra perspectiva. En este caso, al ras del agua con el reflejo en el lago planchado. Me encanta".

 

En sus fotos, el otoño se manifiesta a los gritos de color, con paisajes que impactan y maravillan. “El otoño siempre lo espero con ansias, es mágico. Es mi estación preferida para la fotografía porque me moviliza para salir, recorrer y conocer lugares nuevos. Son momentos en los que puedo conectar con lo que nos rodea que es lo que más lindo que tenemos, es el momento en el que encuentro más conexión con lo natural y lo mágico del universo”, relata.

 

RÍO MÍSTICO

Matías tiene otra carrera: la deportiva, en la que ganó con creces. Además de ser guía de rafting, es un gran kayakista de nivel internacional que durante varios años viajó por el mundo compitiendo (y ganando) como parte del equipo argentino de slalom. También, estudió Turismo en Buenos Aires y vivió un tiempo en Francia, junto a su entrenador y equipo. Pero, hace un tiempo que esta magia del otoño, el esplendor de la cordillera y la mística del río Aluminé lo trajeron de regreso a sus pagos.

“He pasado gran parte de mi vida en el río por eso también me gusta fotografiarlo y filmarlo. Lo conozco muy bien. En verano me encanta ir a nadar, hacer kayak o rafting. Pero en otoño, que es mi momento de mayor conexión con lo natural, me gusta estar tranquilo para salir y disfrutar, para fotografiar y hacer registros de diferentes lugares", explica sobre esta pasión inexplicable.

 

Foto: Río Aluminé.

“Siendo kayakista y guía de rafting el río Aluminé es súper importante para mí. Es un río muy extenso, desde su naciente en el lago Aluminé y más al sur. Esta foto la tomé entre Rahue y Pilo Lil, justo en una parte que tiene bosques de robles, donde los sauces también tienen su colorcito”.

 

Pero, ¿de dónde viene este interés por la imagen y la fotografía? Recuerda que, de chico, miraba las cámaras réflex con gran curiosidad y, con suerte, podía probar alguna si alguien de paso por el pueblo se la prestaba. “No era tan común de ver, por lo menos en Aluminé”, comenta.

Pero, haciendo un poco más de memoria, dice: “Creo que empecé un poco sin darme cuenta. Cuando era chico, mis papás tenían una camarita digital, de las primeras. Yo hacía kayak en el río y a los 16 años empecé a trabajar en una empresa de rafting. Entonces, bajaba en kayak por el río e iba frenando en los rápidos para sacar fotos de las bajadas con esa camarita. Fue hace un montón pero supongo que ahí se empezó a desarrollar mi interés por la fotografía. Y en 2015 me compré mi primera réflex”.

 

 

Foto: Las Horquetas  (tomada con drone).

“Este es uno de los bosques de lengas más cercano al pueblo. Y la verdad que es hermoso, mágico en cualquier época del año. En invierno solemos ir con el grupo de esquí y en otoño es bellísimo porque la lenga es una de las primeras que cambia de color, toma distintos matices y el rojo es tremendo, es el color que más resalta.  

 

Así, cuando comienza abril, el paisaje patagónico se transforma y Matías también. Luego de todo un ciclo de espera, se convierte en un cazador de fortunas, donde lo más valioso es tener ante sus ojos estos maravillosos paisajes otoñales.  

 

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