TURISMO

¿Qué bellezas esconden los fondos de los lagos patagónicos?

Los encantos que ofrece la Patagonia no siempre están a simple vista: debajo del agua también hay un hermoso mundo por explorar.
viernes, 26 de mayo de 2023 · 12:48

La práctica del buceo se ha convertido en una experiencia obligada para expertos, curiosos, aventureros y turistas que visitan Bariloche en cualquier época del año. No importa el mes o si la temporada es alta o baja, las propuestas turísticas en Bariloche y la región son cada vez más diversas e invitan a disfrutar de la naturaleza.

Las opciones “en superficie”, son muchas; pero a esto se suma la posibilidad de conocer (y deslumbrarse) con paisajes subacuáticos así llueva, haya sol, viento o incluso esté nevando.

En Bariloche, vive Ricardo Prono (más conocido como Ardilla), un buzo con cuatro décadas de experiencia y más de la mitad de ellos trabajando en lagos de la región. Y lleva a quien lo desee a sumergirse en las aguas frías y transparentes de los lagos de la zona.

o: Para este experto, el mejor lugar de buceo de la Argentina son los lagos de la Patagonia porque tienen características muy favorables para la actividad.
Foto: Para este experto, el mejor lugar de buceo de la Argentina son los lagos de la Patagonia porque tienen características muy favorables para la actividad.
 

Bariloche “Bajo superficie”  

“¿Por qué decimos que, a nuestro punto de vista, es el mejor lugar de buceo de la Argentina?”, introduce Ardilla. E inmediatamente responde: Cuando nosotros pensamos en un lugar de buceo, pensamos en agua transparente, calma, que se vea bajo el agua. Y cuando pensamos en nuestros lugares de buceo, tenemos condiciones así todo el año. Siempre los lagos nos dejan un lugar de agua tranquila, por más que haya mucho viento se puede realizar la actividad sin ningún problema. Esto no quiere decir que no se pueda bucear con olas, pero siempre que el agua esté más tranquila es más relajante y a la gente que viene de afuera le gusta más.

Pero además, debajo del agua los lagos deparan un sinfín de sorpresas. Ya desde afuera, aparecen como una alfombra, a veces verde, a veces celeste, dependiendo de la luz. “Y apenas sumergimos la cabeza nos damos cuenta que abajo hay una infinidad de cosas para ver”, expresa.

Ardilla va a más de 30 puntos de buceo en la región: “La verdad que me costaría decirte un lugar preferido, pero al público le gustan todos”.
 

Y continúa: “En principio, abajo del agua se ve lo mismo que afuera: si afuera vos ves un bosque, abajo siguen los troncos, y siguen, y siguen mucho más profundo dependiendo del lugar. Si afuera ves una pared, para abajo sigue la misma pared formando paredones maravillosos para bucear. Si vemos que la playa es más tranquila, abajo sigue más tranquilo. Se pueden hacer muchos, muchos buceos seguidos sin repetir el lugar”.

Así, la experiencia va combinando rocas, árboles, laberintos naturales, plantas y bosques sumergidos, pudiendo descender a más de 70 metros de profundidad sin que la luz o las aguas frías sean un problema.

Debajo del agua de los lagos patagónicos, hay diversos paisajes y ambientes por descubrir.
 

Pioneros del buceo

“Comencé a bucear hace más de 40 años. Hice un curso de buceo en Buenos Aires y desde ahí no dejé nunca más de hacer la actividad. En poco tiempo me convertí en instructor, luego fui presidente de un club de buceo que había en Buenos Aires y empecé a hacer muchos viajes de la actividad tanto dentro como fuera del país. Recorríamos Puerto Madryn, Esquel, El Bolsón, Bariloche, Chile, San Martín de los Andes y volvíamos a Buenos Aires, sumando mucha gente en el camino. Esos viajes duraban más de dos o tres meses”, cuenta el responsable de Ardilla Buceo.

“En ese tiempo yo pensé que el mejor lugar de buceo de la Argentina eran los lagos de la Patagonia porque tienen características muy favorables para la actividad. Así que desde ese momento siempre pensé en desarrollar la actividad en los lagos, específicamente en Bariloche”, recuerda. Eran los 80.

Ardilla comenta que por entonces, con otro colega, se venían en micro hasta Bariloche y “mientras toda la gente bajaba con su equipo de nieve, nosotros bajábamos con los tanques de buceo”. Desde esa época no ha dejado de sumergirse en estas aguas. “Obviamente, en ese tiempo lo hacía como turista hasta que, hace 23 años, pude lograr venir y radicarme como una empresa de buceo”, agrega.

 

Ardilla trabaja junto a su familia para recibir a turistas, principalmente extranjeros, que llegan hasta Bariloche en busca de aventuras en plena naturaleza. 
 

“Al principio, teníamos muchas cosas en contra. La gente decía que acá en los lagos no se bucea, que el lago es profundo, que es muy frío, que el lago tiene misterios, secretos y todas esas cosas.  Muy pocos se animaban a hacer un bautismo. Y arrancamos en una playa, con una lona en el piso y unos pocos tanques y equipos, hasta que empezó a venir cada vez más gente”, relata.

Sobre la actividad, reconoce que hay mucho en la Argentina y que gran parte del público que se recibe es extranjero. “Hoy tenemos un centro de buceo que es el más grande del país en el que bucean 40 personas por día en verano y, después de abril, baja a la mitad pero hoy podemos decir que en Bariloche se bucea todo el año. Y que Bariloche hoy está en la agenda de cualquier buzo de la Argentina”, destaca.

 En los lagos de la zona se bucea todo el año.
 En los lagos de la zona se bucea todo el año.
 

El bautismo

Quienes se animen a vivir esta aventura, el primer paso en la experiencia de hacer buceo es el famoso “bautismo”. Se trata de una clase teórica en la cual se explica cómo funciona el equipo; se abordan nociones de buceo, de cómo es el lugar, qué se ve bajo el agua y cómo es la comunicación por medio de señas. “Una vez evacuadas todas las dudas, nos equipamos y nos vamos al agua, en principio hasta la cintura. Pedimos que tomen el regulador, que es por donde respiramos, pongan la cara dentro del agua, después que se arrodillen abajo del agua, que se acuesten en el fondo, y recién cuando están con ganas y confiados y se sacaron toda la ansiedad, comenzamos el buceo propiamente dicho”, adelanta Ardilla.

En este punto la actividad tiene su particularidad por ser en los lagos, ya que se comienza la inmersión desde la costa y no hace falta embarcarse o tirarse desde una lancha. “Tenemos un porcentaje muy alto de gente que realiza con éxito el bautismo de buceo y muchos repiten y hacen el curso gracias a esa buena experiencia”, resalta.

Ardilla: "El buceo no es una actividad para superhéroes, la puede hacer todo el mundo"
 

Para hacer el bautismo de buceo no hay que tener ningún conocimiento: “Es más, nosotros siempre decimos que cuanto menos conocimiento tenga la gente, mejor, porque se fluye, se deja, entiende bien lo que estamos hablando y puede hacerlo con mucha más comodidad".

Y agrega: “a veces, a nosotros también nos gusta desmitificar un poco. El buceo no es una actividad para superhéroes, la puede hacer todo el mundo. En nuestro caso, somos una escuela de buceo adaptado reconocida internacionalmente, o sea, que nos dedicamos específicamente también a llevar gente con discapacidades motrices o mentales”.

Y si de derribar mitos en el buceo se trata, Ardilla no deja de mencionar que “tenemos que desmentir mitos sobre las profundidades, las ideas de corrientes subacuáticas que te arrastran, que en este lugar no se puede bucear, que el agua es helada el agua, etc. Y sobre el Nahuelito, no lo vimos, pero si algún día lo viéramos sería muy bueno para todos nosotros”, bromea.

 

 Bariloche ofrece muchos lugares para hacer la actividad: Lago Moreno, Isla Victoria, Isla de los Conejos, Isla de las Gaviotas
 

Buceo cuando quieras

“El mismo buceo hecho en verano no es el mismo en otoño, en invierno o en primavera. El lugar cambia; cambian los colores, la luz, todo. Y sobre todo cambia el entorno. Mucha gente que viene a bucear en nuestra zona, llega en invierno y cuando sale y ve que está todo blanco o a veces les toca la suerte de bucear y que esté nevando, no lo pueden creer”, describe Ardilla.  

Pero el experto tiene su momento preferido para sumergirse: “me gusta mucho cuando termina la temporada, ya que cuando salimos a navegar por el lago o desde la costa estamos solos, no hay nadie, entonces te sentís un poquito como dueño del lago. Es muy lindo encontrarte solo y sabiendo que no va a pasar nadie, es algo muy impactante”.

La escuela de buceo está instalada en Lago Moreno, sobre la ruta de Circuito Chico. Pero Bariloche ofrece otros lugares para hacer la actividad: Isla Victoria, Isla de los Conejos, Isla de las Gaviotas.

Por Ceci Russo, desde Bariloche. 

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