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Cuáles son los mejores meses para una siembra exitosa

Sembrar césped en otoño ofrece varias ventajas, siendo la temperatura del suelo la más importante, entre otras que se describen en esta nota.
Lunes, 07 de abril de 2025 a las 12:55

El césped es la base de un buen parque o jardín y es muy importante conocerlo a fondo antes de sembrar. Un buen proyecto paisajístico puede desmerecerse con una mala carpeta verde y por el contrario un mal diseño puede pasar inadvertido si hay un buen césped.

Antes de sembrar debemos tener en cuenta que la semilla tenga las siguientes características: que tenga una rápida germinación, que su textura sea fina, buen color,  resistente al pisoteo y a enfermedades (sobre esto hablaremos más adelante) que se adapte a cortes bajos y que tenga un crecimiento rastrero y lento.

Es importante tener en cuenta su elección para el destino que se desee: deportivo, suntuario, recreativo, comercial, con mascotas, entre otras.

Ésta época es ideal para lograr una buena siembra ya que las temperaturas no son tan extremas pero sí suficientes para su germinación. Hay mayor humedad, a la noche cae rocío y también es una estación de menos viento.

La preparación del suelo es otro paso que requiere especial atención, si es de buena calidad solo habrá que aflojarlo y airearlo. Si es una obra recién terminada se deben sacar primero los escombros y rellenar con tierra apta, no hacerlo es un error porque con el tiempo habrá problemas de crecimiento, pérdida de especies y mal drenaje.

Tener en cuenta la presencia de salitre en el suelo, si es salitre blanco se lo puede lavar con abundante agua de calidad, si es salitre negro se debe agregar yeso agrícola para quitar el sodio y luego regar en abundancia para lavar.

Dos cosas no debe tener un buen suelo para jardín, salitre y gramilla.

La ubicación del espacio a sembrar debe tenerse en cuentan para la elección de la semilla: sol pleno, sombra, media sombra o mixto.

Antes de la siembra se puede abonar o fertilizar la tierra para un mejor resultado, puede ser orgánico (estiércol de chivo ) o químico (Triple 15 o 18-46-0), nunca úrea.

Por lo general se hace una mezcla de semillas de distintas especies de la familia de las gramíneas como Rye grass, festucas, poa, gramilla y algo de trébol blanco y/o dichondra.

La cantidad de semillas para sembrar se calcula en 40 o 50 gramos por metro cuadrado. Con 1 kilo se pueden sembrar de 20 a 25 metros cuadrados.

La siembra se realiza al boleo en un sentido del terreno, una vez cubierto ese sentido se realiza lo mismo en forma cruzada.

El riego luego de la siembra debe realizarse en forma de lluvia fina evitando encharcar para que no se corra la semilla y debe mantenerse siempre húmedo, regando tantas veces como sea necesario pero con poca intensidad. Acompañar su crecimiento con mayor frecuencia de riego espaciándolo de a poco hasta llegar a uno solo por noche.

Una vez que la planta alcance los 3 o 4 centímetros se puede pasar un rolo liviano y cuando tenga entre 5 a 7 centímetros se le hace el primer corte con tijera o máquina bien afilada y sobre césped y terreno seco. Se puede pasar nuevamente el rolo para afirmar las raíces que se puedan haber aflojado con el corte. No debe crecer demasiado ya que después será difícil levantarlo y además puede ser atacado por hongos.

Como decíamos al comienzo, el otoño es una buena época para sembrar y resembrar. Manos a la obra y ¡éxitos!

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