No hay dudas que la lluvia, desvirtúa cualquier partido. Y es lo que ocurrió este domingo en La Visera de Cipolletti, donde el local y Sol de Mayo de Viedma igualaron en cero, en partido correspondiente a la 26ª fecha de la Zona A Región Sur del Torneo Federal A temporada 2023.
El terreno de juego lejos estuvo de ser ideal para cualquier competencia que se diste de seria. La buena predisposición del árbitro mendocino Gabriel Araujo, para con la dirigencia de ambos equipos, permitió que el choque de los rionegrinos se pudiera llevar a cabo.
La lluvia caída el sábado dejó la cancha con charcos, barro, acumulación de agua en varios sectores, y blanda en toda su superficie. Y a eso se sumó que desde el mediodía del domingo comenzó nuevamente a llover con mucha intensidad, casi rozando el temporal.
En ese marco se jugó el partido. En cuestiones que no son normales y lejos de las ideales se disputó el partido.
Es complicado hablar de táctica, de estrategia, porque los jugadores tenían que afrontar no solo medirse con los rivales, sino con el piso mojado, que a veces aceleró la velocidad del balón, en otros caso la detuvo, mientras que en otros sectores no se podía no solo transitar, sino era complicado mantenerse en pie.
Con recaudos, se jugó el primer tiempo. Donde el local creó las mejores situaciones e hizo figura al ex River Plate y Barracas Central, Ignacio Turnes, el golero del elenco de la capital rionegrina que respondió cada vez que fue requerido.
Sin transición en la mitad de la cancha, ya que lo aconsejable era que la pelota viajara mucho por el aire -así se jugó casi todo el juego- para no generar situaciones de errores.
Bien Jonatan Palacio, el rosarino que fue titular desde el inicio en los de Bonjour por la molestia que le impidió jugar al goleador José Michelena. El rosarino fue importante en el juego aéreo además de entrega y hacer una buena lectura de juego ante un piso nada normal.
En el complemento se dio la jugada más clara del partido para abrir el marcador. A la salida de un córner el zaguero brasileño Marques cometió una mano infantil antes del minuto diez. Claro penal, que no dudo en sancionar el colegiado cuyano. El goleador Favio Cabral se hizo cargo del remate. En una cancha barrosa, mojada, el cordobés no hizo lo que mandan los libros para este tipos de definiciones. Tomó demasiada carrera, llegó no bien parado a la pelota, a la que tomó desde muy abajo para elevar su remate que rozó el travesaño y desperdició el tiro desde los 12 pasos.
Hasta el final pudo ser para cualquiera. Tanto Crespo, como Turnes, fueron claves para que el cero se diera en ambas vallas.
Cipolletti perdió por primera vez dos puntos de local en "la era Bonjour", sumó, pero solo una unidad, quedó quinto y fuera de la zona de clasificación a la siguiente instancia por diferencia de gol,
Quedó la sensación que no se debió jugar, no fue un partido normal, y donde privó una vez más la cuestión económica -evitar gastos de hotel en caso de postergación de 24 horas o suspensión del juego, traslados, estadía, doble o triple honorarios de la cuaterna arbitral-, sobre la deportiva. Y quizás se entiende el 0 a 0.