No fue un accidente doméstico. No fue una caída. Lo que sufrió un bebé de apenas siete meses en Las Grutas fue directamente una golpiza. Llegó a la guardia del hospital con una fractura en el brazo izquierdo, hematomas en la frente, en las mejillas, en la mano derecha, y marcas de fricción en ambos lados del cuello. Cuando los médicos lo revisaron, lo que vieron fue un cuerpo diminuto con huellas inequívocas de violencia. A las pocas horas, la Justicia ordenó la detención de los progenitores. El padre será acusado por lesiones graves agravadas por el vínculo. La madre también está siendo investigada.
El hecho ocurrió el sábado 28 de junio por la tarde. La pareja se presentó en el hospital de Las Grutas con el bebé en brazos, visiblemente lastimado. El llanto no era sólo de dolor físico, era desesperación. Los profesionales constataron de inmediato el cuadro: había signos claros de maltrato. Le hicieron estudios de urgencia y el diagnóstico fue demoledor: fractura de húmero izquierdo con desplazamiento, hematoma abultado en la frente, moretones en el rostro y lesiones compatibles con fricción en ambos laterales del cuello, justo debajo de las orejas.
Ese último detalle fue determinante. Según fuentes judiciales, las marcas en el cuello podrían indicar un intento de asfixia o sujeción violenta, lo que agrava aún más la situación legal de los adultos responsables.
"Él no tiene paciencia con el bebé"
Mientras el personal médico iniciaba el protocolo por maltrato infantil, la madre del nene habría hecho una confesión que dejó helados a todos: "Él no tiene paciencia con el bebé". La frase, en ese contexto, fue más que una justificación: fue una admisión implícita de que la violencia ya había ocurrido antes.
Ante la gravedad del cuadro clínico, el hospital notificó de inmediato a la Justicia. Intervino el fiscal en turno, César Gustavo Arbués, quien ordenó de aprehender al padre, un joven de 24 años. También dispuso que se investigue el rol de la madre, tanto por posible encubrimiento como por su inacción ante los episodios de violencia. La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) tomó intervención urgente, al igual que el Servicio de Atención Temprana (SAT).
El pequeño quedó internado y evoluciona favorablemente. Pero más allá de su estado clínico, hay una pregunta que atraviesa la causa: ¿cuánto tiempo llevaba siendo víctima de agresiones? ¿Y cuántas veces más habría sido golpeado si los médicos no hubieran activado el protocolo?
El Ministerio Público confirmó que hoy podría realizarse la audiencia de formulación de cargos contra el padre y que no se descarta imputar también a la madre. Las pruebas médicas ya están en manos de la Fiscalía, y lo que viene es una investigación que pondrá bajo la lupa cada omisión, cada golpe y cada silencio.