Oklahoma City Thunder demostró que también sabe remontar. Anoche viernes recuperó una desventaja de 10 puntos ante los Indiana Pacers para ganar en Indianápolis el cuarto partido de la final de la NBA (111 a 104). Con su victoria en un duelo muy físico, iguala a dos la serie al mejor de siete partidos y recupera la ventaja de campo. Shai Gilgeous-Alexander, muy apagado en los tres primeros cuartos, fue decisivo a la hora de la verdad, con 15 puntos en el último cuarto. El triunfo de los Thunder, en realidad, se construyó sobre un gran ejercicio defensivo en el último cuarto, en el que los Pacers solo anotaron 17 puntos.
Los Pacers perdieron una gran oportunidad en casa, especialmente porque por primera vez estuvieron mandando en el marcador con cierta claridad buena parte del partido. El quinto partido se jugará en Oklahoma City el lunes y el sexto, en Indiana, el jueves. Si hiciera falta un séptimo, sería el domingo de nuevo en la cancha de los Thunder, que vuelven a ser favoritos claros para llevarse el anillo.
Indiana logró una ventaja inicial de 24-15 gracias al acierto de Pascal Siakam en esos compases iniciales. Los Thunder se recuperaron, con Jalen Williams asumiendo el protagonismo, en un primer cuarto en que el juego de ataque se impuso al defensivo. Hubo una excepción: Andrew Nembhard continuaba siendo un dolor de muelas para el base canadiense de los Thunder, Shai Gilgeous-Alexander, la estrella del equipo, que logró solo cuatro puntos en cinco lanzamientos de campo en el primer cuarto, a cuyo final se llegó con 35-34 para Indiana en el marcador.
El ritmo anotador bajó en un segundo cuarto en el que la diferencia máxima entre ambos equipos fue solo de seis puntos. Los Oklahoma City Thunder tuvieron la mira desviada desde larga distancia durante todo el partido. En la primera mitad solo encestaron uno de los 10 triples que intentaron. Todos los jugadores que participaron antes del descanso probaron suerte, salvo Isaiah Hartenstein, pero el único que encestó su intento fue Luguentz Dort. Al descanso se llegó con un 60-57 a favor de los locales.
Nembhard siguió torturando a Gilgeous-Alexander tras la reanudación. El base de los Thunder fue mejorando sus prestaciones anotadoras, pero el equipo seguía sin funcionar con él sobre la cancha. Ante la presión en toda la pista, renunciaba a subir el balón. Quedaba así reducido a un buen escolta, pero no se veía en él al jugador determinante que llevó a su equipo a ser el mejor de la temporada regular. No rompía a anotar y no dio una sola asistencia en todo el partido.
Al final del tercer cuarto se llegó con un 87-80, con Obi Toppin y Siakam tirando de Indiana y Jalen Wiliams y el suplente Alex Caruso sosteniendo a los Thunder. Eran los visitantes los que tenían la necesidad de remontar.
Los Pacers reaccionaron de la mano de Haliburton. Los visitantes, además, se cargaron pronto de faltas con su agresiva defensa, lo que permitía a los locales ir sumando desde la línea de tiros libres. Los Thunder además seguían sin acertar con los triples (2 de 16 a falta de cuatro minutos). Tras nuevas igualadas a 91, a 95 y a 97, Indiana se puso cuatro puntos por delante a falta de menos de cuatro minutos.
Entonces apareció Gilgeous-Alexander, que ha sido elegido mejor jugador de la temporada regular de la NBA por algo. En su cuarto intento, encestó su primer triple y a continuación otra inverosímil canasta de dos puntos. Por primera vez en toda la segunda mitad, los Thunder se ponían por delante (103-104) a falta de 2:21 minutos.
Desde ese momento no hubo más canastas de campo. Tres tiros libres, dos de ellos del base canadiense a falta de 44 segundos, ampliaron la ventaja a cuatro puntos. Mathurin falló sus dos tiros libres y el partido estaba casi sentenciado. Infalible, Gilgeous-Alexander sumó otros cuatro puntos de uno en uno, para completar una serie de 10 de 10 tiros libres. Indiana se vio impotente para darle la vuelta al marcador y sumó solo 17 puntos en el último cuarto, su peor parcial en toda la final. Esta vez eran los rivales los que habían remontado.