La caída en el Mundial de Clubes dejó secuelas en River. Más allá de la frustración deportiva, el golpe le sirvió al equipo para darse cuenta que le faltó recambio en momentos clave. Y eso obliga a mover fichas. La dirigencia ya trabaja en una limpieza de plantel para dar lugar a nuevas caras, pero antes de salir al mercado, hay que resolver un tema estructural: el exceso de jugadores, muchos de ellos sin rodaje.
Uno de los nombres apuntados para salir es el de Adam Bareiro. El delantero paraguayo, que regresó al Millonario tras su préstamo en Al-Rayyan de Qatar, pero lejos de tener una segunda oportunidad, ni siquiera fue considerado por Marcelo Gallardo para la rotación. Su salida es inminente.
Según pudo saber, Fortaleza está muy cerca de cerrar su incorporación. El club brasileño ofertó por el 70% del pase de Bareiro y en River la propuesta fue bien recibida. Solo resta el visto bueno definitivo del Muñeco para destrabar la operación.
Bareiro había sido comprado por River en julio de 2024 con contrato hasta fines de 2027. Su regreso ilusionó, pero fue efímero: no sumó minutos oficiales en esta nueva etapa. Ahora, con el libro de pases abierto, desde Núñez priorizan liberar cupos y recuperar parte de lo invertido.
Fortaleza, que enfrentará a Vélez en octavos de final de la CONMEBOL Libertadores, busca jerarquía ofensiva para seguir avanzando en el torneo. Si clasifica, podría cruzarse en cuartos con Racing o Peñarol. Con River solo se verían las caras en una hipotética final en Lima.
Con Bareiro a un paso de irse, en River ya analizan otras salidas entre los extranjeros sin rodaje.
Tapia no juega desde marzo y River buscará vender su pase cuanto antes para aligerar el plantel y generar espacio.
La situación de Sebastián Boselli es distinta. Está cedido a Estudiantes hasta fin de año, pero el Pincha tiene intención de comprarlo. Desde Núñez esperan que esa operación se concrete para resolver uno de los cupos.
El caso más delicado es el de Matías Rojas, quien apenas jugó siete partidos y sufrió tres desgarros en seis meses. A pesar de esto, Gallardo desea mantenerlo hasta que venza su contrato en diciembre. El entrenador todavía confía en su recuperación para que aporte en lo que