A pesar del intenso frente frío que atraviesa la provincia, el Consejo Provincial de Educación (CPE) confirmó que no se suspenden las clases en forma generalizada. Cada institución educativa deberá evaluar si están dadas las condiciones edilicias para garantizar el normal funcionamiento. En caso contrario, deberán fundamentar la suspensión siguiendo los canales oficiales establecidos.
La presidenta del CPE, Glenda Temi, explicó que una medida generalizada “no corresponde”, dado que no todas las escuelas se encuentran en iguales condiciones ni en la misma ubicación geográfica. Remarcó que hay instituciones que dictaron clases sin inconvenientes, lo que evidencia que la situación debe evaluarse caso por caso.
Además, destacó que las escuelas abiertas brindan contención a muchos estudiantes durante el clima adverso, al garantizar espacios calefaccionados, alimentos calientes y condiciones mínimas para atravesar la jornada.
Frente a esta postura oficial, el gremio ATEN había solicitado la suspensión total de clases para el martes 1 de julio, argumentando que la ola polar pone en riesgo a estudiantes, docentes, auxiliares y a toda la comunidad educativa. La nota, firmada por el secretario general del gremio, Marcelo Guagliardo, pedía una decisión preventiva ante temperaturas extremas que podrían llegar a los 8 grados bajo cero en distintas zonas de la provincia.
Finalmente, el CPE aclaró que en caso de que una institución decida no abrir sus puertas por problemas edilicios agravados por las bajas temperaturas, la dirección escolar deberá comunicarlo formalmente a su comunidad, al supervisor institucional y al sistema SUME, cumpliendo con lo estipulado en la resolución 376/02.