Falleció en la madrugada del lunes a los 88 años el Papa Francisco, El hincha de San Lorenzo más conocido en el mundo y que nunca ocultó su fanatismo por el azul y rojo, inmortalizando la frase “Que gane San Lorenzo” cuando le pidieron una bendición para Argentina, y que se convirtió en símbolo de innumerables banderas en el Nuevo Gasómetro.
Su relación con la institución comenzó cuando era chico, cuando su padre jugaba en al básquet y los colores comenzaron a convivir en el día cotidiano. Luego llegaría ese flechazo de amor que lo acompañaría para siempre, cuando a los 9 años el ciclón vivió el título de 1946 de la mano de Diego García, equipo que convirtió 90 goles en 30 partidos y que hizo vibrar el Gasómetro, ubicado en ese entonces en Avenida La Plata.
Como cura y cardenal, Bergoglio nunca dejó de estar ligado a San Lorenzo, yendo a la cancha a ver al equipo, y hasta con acciones dentro del plantel o pensión; Ángel Correa, quien integró el plantel campeón de la Libertadores del 2014, y campeón del mundo en el 2022, recordó que cuando era juvenil recibió la confirmación por parte de quien después aún era arzobispo de Buenos Aires, “Al tiempo me enteré de que el tipo que me había confirmado era el Papa; no lo podía creer”.
Era el socio número 88.235 desde 2008 y con cuota al día. Desde el 2013 que se convirtió en Papa, comenzaron los reconocimientos y las vinculaciones más fuertes a San Lorenzo desde aquel “Que gane San Lorenzo”, frase en un contexto donde el ciclón peleaba la promoción y que desde ese entonces, su realidad cambiaría radicalmente, ya que obtuvo el título del Torneo local con Juan Antonio Pizzi, y posteriormente en el 2014 la Copa Libertadores de América por primera vez.
A los pocos días de esa consagración, una delegación encabezada por el DT Edgardo Bauza, más dirigentes y futbolistas viajó al Vatiacano con una réplica del trofeo y una camiseta del título. Al mostrarle la aureola que le habían puesto al escudo, “Son unos caraduras” expresó el sumo pontífice entre risas.
En relación a su fallecimiento, el club emitió un sentido comunicado “De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por el Ciclón.”
EL vínculo siempre tuvo diferentes capítulos, el recordado momento de Alfio Basile como DT, quien pidió que lo sacaran al cura del vestuario, que bajaba a saludar a los jugadores, porque lo consideraba mufa.
“EL amor por San Lorenzo forma parte de mi vida, de mi historia” se encargó de decir en más de una oportunidad, mientras firmó en muchísimas oportunidades camisetas o banderas del club, que lo tuvo como hincha desde los 9 años, en los tablones del viejo Gasómetro, alentando desde el Vaticano, y que vivirá en las banderas, no solo en Bajo Flores, sino en todo el fútbol argentino.