EDITORIAL NEUQUINA
Entre vices que se van y dólares que llegan, la realidad
Hay muchas equivalencias diferentes en el proceso, pero Neuquén acentúa el vigor del oficialismo.Es muy probable que el año termine con la novedad política de que, en Neuquén, no habrá vicegobernadora, pues Gloria Ruiz ingresó en una espiral irreversible, y terminó una semana plena de gestos y palabras surreales, propios de un magister acelerado en impostación, mientras la realidad transita otro sendero, tapizado de cuestiones muy concretas, hechos muy demostrables, y acciones muy visibles, tanto en el nivel judicial de una investigación de incierto alcance, como en el estrictamente institucional político de un proceso que muestra voluntades parlamentarias ya decididas.
El contexto, además, es maravillosamente equivalente. Si en Neuquén se ve a simple vista un quiebre sin retorno entre el gobernador Rolando Figueroa y la vice Gloria Ruiz, a nivel nacional hay una réplica distinta pero semejante, y sincrónica, entre el presidente Javier MIlei y la vice Victoria Villarruel. Encima, hay también una historia de inhabilidad moral, pero en el Senado de la Nación, que incluyó el trámite exprés de expulsión del senador Edgardo Kueider, y el protagonismo efímero del neuquino Oscar Parrilli, terminado con un "fuck you" que, al menos fotográficamente, guardará la historia.
Es que, por imperio de la casualidad o tal vez de los procesos político-sociales, el tema de la política y su vinculación con la corrupción se ha instalado en el escenario, y es, como casi nunca ha ocurrido en la Argentina, motivo de conversación popular. Neuquén jugó de vanguardia en tal sentido, con el escándalo de los planes sociales, que ocupó todo el año mucha atención, y que se encamina hacia un juicio oral que será histórico; y, en el tramo final de este 2024, le agregó el affaire Gloria Ruiz, que es un caso que no solo juzga la conducta de una mujer elegida por el voto de la mayoría de los neuquinos, sino que constituye un disparador de situaciones diversas y connotaciones culposas amplias, más allá de lo que diga o haga o pretenda hacer la propia Gloria Ruiz.
La suspendida vicegobernadora mostró una "estrategia" en sintonía con lo que dijo desde el primer día como argumentación central de su interpretación de lo ocurrido: hay una conspiración, un golpe de estado institucional, una persecución. Desde ese sitio, tan transitado por gente como Cristina Kirchner, Nicolás Maduro u otros cultores del lawfare facilista, se aplica uno el concepto de victimización, y después, se hace lo que se puede, en una puesta escena en la que uno se ubica como bueno, para atacar a todos los demás, que son los malos.
Ruiz llegó a proponer su renuncia y la del gobernador Figueroa, para realizar una convocatoria a elecciones, propia del realismo mágico más que de la concreta realidad de los americanos; y, mientras a su alrededor se multiplican los allanamientos, se difunde el lapidario resultado del informe de la comisión investigadora parlamentaria, y se angostan los tiempos como el lazo de una horca, reclamó su derecho a tomarse más días para presentar una defensa en la que ya nadie cree y es prácticamente ociosa, pues la documentación recogida por la investigación realizada es absolutamente oficial y extraída de documentos oficiales, y de la propia contabilidad de la Legislatura, y torna imposible dar vuelta su interpretación para volcarla a favor de la acusada.
Por supuesto que la trama se expande políticamente en distintas direcciones. Así, por ejemplo, el uso mal habido de la Casa de las Leyes, gestionado por el después despedido hermano de la suspendida vicegobernadora, Pablo Ruiz, propició una denuncia contra la hasta ahora impoluta diputada nacional libertaria Nadia Márquez, que habría usado (al final lo admitió ella misma) las instalaciones de ese edificio para realizar reuniones políticas. Márquez, que el año pasado apoyó la elección de Figueroa (y de Gloria Ruiz) ahora está ubicada en la vereda de enfrente, porque en el año próximo, pretende liderar una oposición desde la derecha en las elecciones de medio término contra la lista que presente el oficialismo del "neuquinizate".
De todo el embrollo, en paralelo a la realidad ampliada de lo que sucede a nivel nacional entre el actual parlamento y el que vendrá del proceso eleccionario del año próximo, es muy probable que salga fortalecido el "nuevo" oficialismo, ya curtido y beneficiado por el año de gestión; y el año nuevo (aquí y en Nación) se viva entre dólares que llegan, peso que se estabiliza, y oficialismos que reciben el rédito de haber acertado en la coyuntura, sintonizando la ansiedad por el cambio que la sociedad sigue demandando.