En su estreno en la Copa América femenina, la Selección Argentina superó por 1 a 0 a Uruguay y comenzó el torneo con una sonrisa. El equipo dirigido por Germán Portanova fue de menor a mayor, y encontró el triunfo gracias a un gol que llegó tras una ráfaga de intensidad ofensiva en el segundo tiempo.
El inicio fue tibio. Al equipo nacional le costó encontrar ritmo y precisión, y apostó a remates lejanos y pelotazos sin destino claro. La falta de conexiones en ataque y la imprecisión en los últimos metros marcaron una primera etapa sin emociones fuertes.
Uruguay, que venía de empatar en 2 ante Ecuador, aprovechó algunas fallas argentinas para generar peligro. Incluso obligó a la arquera Solana Pereyra a intervenir tras un remate de Aquino, luego de una salida errónea del fondo albiceleste.
Argentina mejoró después del descanso. Con el ingreso de Kishi Núñez, el ataque ganó profundidad y desequilibrio. En una de las primeras jugadas que protagonizó, la delantera de Isidro Casanova desbordó con potencia, amagó, encaró y casi anota con un remate que se fue apenas desviado. Fue una clara advertencia de lo que estaba por venir.
Las chances empezaron a aparecer. Yamila Rodríguez tuvo dos intentos desde afuera, y Bonsegundo también inquietó con una volea que pasó cerca. Finalmente, el gol llegó en una jugada colectiva bien resuelta, que rompió el cero y terminó por inclinar la balanza en favor del conjunto nacional.
La victoria deja a Argentina bien posicionada en su grupo y con buenas sensaciones de cara a lo que viene. Si bien el juego todavía muestra altibajos, el equipo supo reaccionar a tiempo y se llevó un premio que puede valer oro en el desarrollo del torneo.