EDITORIAL RIONEGRINA
Ficha Limpia: la ley que marca el inicio de la campaña electoral de Weretilneck
El gobernador marcó diferencias con los libertarios y los peronistas, de cara a una elección polarizada en la que necesita retener sus dos bancas.Río Negro tiene Ley de Ficha Limpia, impulsada por el gobernador Alberto Weretilneck, en un movimiento estratégico con fines claramente electorales. La ley, que impide que personas condenadas por delitos dolosos con sentencia firme puedan postularse a cargos públicos, es una carta jugada en la recta final de 2024, con los ojos puestos en las elecciones de medio término de 2025, donde el oficialismo provincial necesita retener sus bancas en el Congreso para mantener abiertos los canales de negociación con Nación.
Es evidente que la urgencia de Weretilneck por aprobar este proyecto no responde exclusivamente a un compromiso con la transparencia y la ética pública. Si bien la ley puede parecer una medida loable para depurar la política local, su contexto y la coyuntura política que atraviesa la provincia hacen que su verdadero propósito tenga otro tinte.
El año próximo se enfrenta a una elección que promete ser más polarizada que nunca. En este escenario, las bancas que actualmente ocupan Mónica Silva en el Senado y Agustín Domingo en Diputados son vitales para su estrategia de gobierno. Esas dos posiciones en el Congreso no solo significan representación para Río Negro, sino también la llave para seguir negociando con un gobierno nacional siempre distante y desconcertante bajo la presidencia de Javier Milei.
Con un peronismo local dividido y una fuerte presencia de La Libertad Avanza, Weretilneck necesita marcar diferencias claras con ambos sectores. En este sentido, la Ley de Ficha Limpia se presenta como una jugada maestra para mostrar algo distinto. Ratificar su buena imagen, que las encuestas mantienen como el político que mejor mide en la provincia, y tratar de cambiar el rumbo a una gestión que está varios puntos por debajo del ítem anterior.
El proceso legislativo que derivó en la sanción de la ley fue todo un espectáculo político. A pesar de las críticas de los opositores, que acusaron al gobernador de utilizar la Justicia a su favor, el proyecto fue aprobado con el apoyo mayoritario de la Legislatura provincial. Solo el sector del PJ, vinculado estrechamente con el kirchnerismo, se opuso de manera firme. Cuestionaron la medida como una forma de “perseguir políticamente” a quienes no comulgan con el mandatario.
El encargado de ejecutar la nueva ley será el Superior Tribunal de Justicia, integrado en su totalidad por jueces nombrados por Weretilneck. El roquense Sergio Barotto, el cipoleño Ricardo Apcarián y la exprocuradora Liliana Piccinini, fueron promovidos durante el primer paso del mandatario por Belgrano y Laprida. En tanto que el viedmense Sergio Ceci y María Cecilia Criado, fueron impuestos cuando él era senador y fue otro punto de conflicto con la exgobernadora Arabela Carreras.
Este es el contexto en el que Weretilneck decidió mover sus fichas. La Ley de Ficha Limpia apunta a reforzar su imagen ante un electorado que, como nunca antes, se muestra dividido. En su gestión no abundan las buenas noticias, y quedaron reducidas a los anuncios relacionados con Vaca Muerta, pero que por ahora no significan ingresos de divisas. La prórroga de las concesiones petroleras le traerá algo de oxigeno pero no de la manera pretendida, un ejemplo es el pobrísimo bono de 2,5 millones de dólares que pagará Quintana Energy (ahora con la familia Urcera como socia) por 10 años más de explotación del área de mayor producción de gas de la provincia, la Estación Fernández Oro.