EL PRIMER TRIMESTRE

En Neuquén empieza lo difícil

Paso a paso, la construcción de poder y gobernabilidad de Figueroa le va dando frutos. Pero la coyuntura no es fácil.
sábado, 10 de febrero de 2024 · 17:32

Construir poder es una tarea para pacientes, no para ansiosos desenfrenados. El contraste entre estilos se ve en estos difíciles momentos de Argentina. El presidente, Javier Milei, parece todo el tiempo montado en un dragón, como en una saga de Games of thrones, aunque quien arroja fuego por la boca es él, no el dragón. Muchos gobernadores, en cambio, encuentran un lugar de placidez en medio de la convulsión de un país endeble y sacudido por la malaria. Ese lugar, a la sombrita de la formas clásicas, lejos de las fogatas inmediatas, no es cómodo, pero, al menos, avanza sobre una nueva credibilidad en la política. No ocurre en todos los distritos, por supuesto. Ocurre en Neuquén, por diversas razones. Veamos:

  • La coyuntura nacional parece encaminarse a un gobierno que formalmente asuma la coalición como forma. La apuesta de Mauricio Macri cobra más fuerza cada día. Por cierto, avanzó hacia una concreción aparentemente inexorable después de la vana batalla por la Ley Bases. Ya no importa tanto si gana o pierde Milei: importa más inventar algo un poco más estable que garantice salir del populismo como espejo entre izquierda y derecha, para realmente avanzar en una reformulación cultural y económica de la sociedad, y, por ende, del Estado. Este contexto, valoriza mucho más a los Estados provinciales "independientes". Entre ellos, asoma Neuquén con cierto liderazgo.
  • Ya ha demostrado Rolando Figueroa que se diferenciará progresivamente y cada vez más del modelo del MPN que colapsó finalmente con Omar Gutiérrez. No le tembló la mano para aumentar aportes y contribuciones al ISSN. Enseguida, anunció el saneamiento financiero de la Obra Social estatal, y el consiguiente beneficio de que los afiliados no paguen más el "plus" o "co-seguro" en las prestaciones médicas, que se había hecho peligrosamente normal. El devenir de esa estrategia dejó casi sin capacidad de reacción al sindicalismo estatal, que había amagado una resistencia, buscando la simbiosis comparativa entre Milei y Figueroa. Esa práctica no parece posible, porque el mismo Milei es imprevisible, y cada vez que abre la boca no deja en pie a Tirios ni Troyanos.
  • En la misma semana, difundió el gobierno neuquino el ahorro proyectado sobre la base del achicamiento de la planta política. Significa que el Estado gaste unos 32 mil millones de pesos menos al año. Curiosamente, es la misma cantidad, pesos más, pesos menos, de lo que representaron los aportes discrecionales de Nación durante 2023. Por ende, con intención o no, se demostró que, con cierta facilidad, Neuquén podrá vivir con lo propio, sin mendigar ni pedir ni depender de caprichos del presidente de turno. 
  • Estas cosas ocurren apenas transcurrido el segundo mes del año. En el tercero, la cosa se pondrá más difícil, será una prueba dura a superar para la gestión de Figueroa, ya que pondrá en el escenario a los gremios estatales con la cuestión salarial, que, como se sabe, el gobierno planea modificar pues es a todas luces incumplible en el mediano plazo. No es una negociación imposible, pero establecerá, inexorablemente, un nuevo escenario como consecuencia, con conflictos y rispideces en el medio. Algo de esto se avizoró en la semana que pasó, pues ATE inventó un conflicto en el EPEN, como para mostrar las garras (un poco limadas) ante la simple certeza de que esa empresa pública (o, en realidad, ente del Estado) no continuaría siendo dirigida, como hasta ahora, por el gremio, sino por el Ejecutivo provincial.
  • Lo que se está poniendo a prueba en Neuquén no es una profunda reforma del Estado, ni tampoco un ajuste drástico de gastos, como el que se propone Milei. Figueroa no empuñará una motosierra, pero tampoco acometerá la misión con las manos desnudas. Sabe que el gasto público debe acotarse, y apuesta a que esa reducción relativa sea posible simplemente haciendo bien las cosas, enfrentando las estructuras corruptas (que hay, y muchas) y demostrando firmeza política para hacerlo. Al mismo tiempo, en simultáneo, construye poder. Dentro y fuera de la provincia. De ese poder pacientemente elaborado, como la masa de un pan, emergerá la posibilidad de concretar los cambios necesarios. Esto es, al menos, lo que sugiere la estrategia, o lo que se ha podido ver hasta ahora de esa estrategia, en función de las acciones, más que de las palabras. 

Es más o menos obvio que el nivel de dificultad irá creciendo. Pero, también es cierto que lo nacional puede jugar a favor de los planes del "nuevo liderazgo" que se construye en Neuquén. Un gobierno de coalición necesita aliados, no enemigos. Neuquén, y también Río Negro, son provincias políticamente aptas para negociar razonablemente en función de ganar sus propias ventajas. Por eso, fue reveladora, por la oportunidad, la reunión entre Figueroa y Weretilneck, este sábado.

Ahora, viene el tiempo de las paritarias estatales. Y el comienzo de las clases en las escuelas. También se pondrá en marcha fuerte la institucionalidad, con el fin de la feria judicial y el comienzo de la actividad legislativa. Ya hay certeza de que el año será muy complejo. Sin embargo, nadie está nervioso en la plana mayor de la actual conducción política neuquina. La crispación nacional sirve para la catarsis. Aquí, es posible que la paciencia le gane la partida a la ansiedad incendiaria.

 

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