Un viejo axioma sindical indica que para empezar una medida se debe tener en claro cuál es el camino para salir. Y en ese brete estaba UnTER desde que anunció paro y la no vuelta a clases después del resceso, pero fue el propio gobierno el que le tiró un salvavidas a la conducción sin arreglar ninguna aumento salarial. De esta manera, el lunes, 170 mil chicos de toda la provincia podrán volver a las aulas.
Con un ATE con expuesta fragilidad verbal, pero el más negociador; con un UPCN que aún no logra acomodarse ante la pérdida de poder durante las tres décadas de gobierno radical, y con los judiciales de SiTraJur recortados de poder en un claro favor del gobierno hacia los jueces del STJ; en términos reales, no hay dudas que el sector doccente es el más combativo entre los estatales.
Desde hace un tiempo, las asambleas de cada seccional se radicalizaron. Y esos mandatos son los que luego prevalecen en los Congresos donde se definen las medidas. Entonces, las posturas extremas son las que terminan condicionando a la conducción. El último conflicto comenzó a mediados de junio, cuando UnTER se plantó en paritarias. En aquel momento rechazó un aumento con sumas fijas por docente y no por cargo, y además reclamaron el cumplimiento de un acuerdo del año pasado que indicaba el pase de 30 mil pesos al básico.
Anunciaron paro, cortaron la negociación y sufrieron la dureza de un gobierno que estaba dispuesto a adoctrinarlos. No sólo Weretilneck ordenó no liquidar esas sumas rechazadas en el sueldo de junio, sino que además convocó a nuevas paritarias a todos los gremios menos a los docentes. "Mientras esté la medida de fuerza no tenemos prevista la convocatoria al diálogo", aseguró el gobernador semanas atrás.
Precisamente a esta situación apunta el viejo dicho sindical con el que arrancó esta editorial. Durante un mes, UnTER no encontró el camino para salir del conflicto. Las bases les reclaman que en junio no recibieron aumentos y que encima les descontaron de más los días de huelga. La presión del gobierno dio resultado y la conducción quedó expuesta.
De todas maneras, la intención de Weretilneck no fue la de hacer explotar al gremio docente, pero si de tener el pleno dominio de la negociación. Dicen que hubo una intervención de Rodolfo Aguiar, el secretario General de ATE nacional quien tiene diálogo permanente con el gobernador, juntos trazaron la salida del conflcito.
Pero no todo salió como el sindicato pretendía. Es que el gobierno sólo se aferró al pedido de pasar al básico la suma fija comprometida en 2023, con un aumento mínimo a los docentes sin antigüedad para que no queden por debajo de los sueldos de un portero y tengan garantizado un salario de bolsillo de 780 mil pesos.
El último Congreso resolvió por unanimidad la insuficiencia de la oferta salarial, pero el debate se planteó a la hora de definir medidas de fuerza. El ejemplo de lo vivido en el último mes sirvió para que el oficialismo de la conducción central de la Alianza Azul Arancibia gane la votación. No habrá medidas de acción directa, pero si un pedido para mantener abiertas las negociaciones.
Las seccionales rebeldes de Bariloche, Cipolletti, Allen, Choeel Choel y El Bolsón, con 71 congresales votaron por mantener el paro y no volver a las aulas. En cambio Roca, Regina, Catriel y Viedma, sumaron 107 votos para que no haya paro.
Después de siete meses en los que Weretilneck sumó conflictos de todo tipo, apremiado por la falta de recursos, empieza a aparecer su sello en la gestión. No solo en cómo llevó adelante el conflicto docente y cómo mantiene la calma social. También en su relación con el gobierno nacional y la pulseada que parece ganar en la instalación de la planta de GNL en Sierra Grande, con el apoyo de sindicatos, municipios y organizaciones intermedias.
La mejor noticia de las últimas semanas, el gobernador se enteró por streaming. Es que a través de su plataforma, Alejandro Fantino intentó pinchar al presidente Javier Milei para que se despache contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof, sin embargo logró en una confesión que cayó muy bien en Río Negro.
Es que la planta de GNL de YPF y la malaya Petronas, con 30 mil millones de dólares de inversión, tendrá una resolución política. El ex relator del Show de Boca, le mencionó las ventajas de Puerto White, pero Milei lo cortó con una definición de cúal será la decisión del gobierno: "Pero tenés al lastre de tenerlo a Kicillof que es un expropiador serial". Y luego adelantó su intención: "obvio que (la inversión) se va a ir a otro lado".
Rápidamente el ahora libertario Ariel Rivero (Primero Río Negro) se expresó a favor y valoró la decisión que anticipó el presidente, en cambio la diputada Nacional Lorena Villaverde (LLA) sólo puso una historia de Instagram con las declaraciones de Milei que publicó el medio regional centenario que mejor la trata. Desde el gobierno provincial mantienen cautela, pero en off the records reconocen que la coyuntura los favorece. Ahora sólo hay que esperar.