Un policía que custodiaba a un hombre que está detenido en el hospital de esta localidad vivió una situación insólita y peligrosa, cuando, sin motivo aparente, se le escapó un tiro de su arma reglamentaria, dañando parte del mobiliario del lugar.
El hecho podría haber derivado en una tragedia, porque ocurrió en una habitación en la que el criminal está hospitalizado, sedado y en cama. Además recibe asistencia de personal de enfermería, que entra y sale constantemente. Con él se encontraba el uniformado, qué, al disparar, dañó una silla que había allí. Aunque afortunadamente no lastimó ni al que custodia ni a ninguna otra persona.
Todo pasó en el hospital Natalio Burd, a comienzos de esta semana. El episodio generó una profunda preocupación, y las autoridades del nosocomio denunciaron lo ocurrido. De hecho, más allá de que no hubo daños, el estruendo, el olor a pólvora que quedó en la habitación y la crisis de nervios que vivió el paciente apresado (que estaba durmiendo en el momento del disparo) provocaron una gran conmoción.
Ahora la investigación está en marcha, y el policía que detonó el arma está en la mira de las autoridades policiales.