El Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa anunció formalmente una medida de fuerza con afectación de la producción para el jueves 1 y viernes 2 de agosto. La medida de fuerza llega luego de la denuncia pública de 1200 despidos en la Cuenca Neuquina la baja en la carga laboral para otros 2.000 trabajadores. La protesta comenzará el miércoles 31 de julio a las 20 horas, debido al régimen de cambio de turnos en los yacimientos, y ya fue denunciada ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, según comunicó el gremio.
La decisión fue adoptada tras una semana de tensiones crecientes en la industria hidrocarburífera. Marcelo Rucci, secretario general del sindicato, había anticipado en conferencia de prensa que la situación era insostenible: “Hemos tratado por todos los medios de pedir que las empresas hagan un puente hasta 2026 para que no suceda lo que está sucediendo.”, expresó desde la sede gremial en la ciudad de Neuquén.
Rucci subrayó que muchas operadoras están anticipando recortes. Según detalló el dirigente, 1.200 trabajadores ya fueron despedidos y más de 2.000 permanecen en sus hogares con tareas reducidas, percibiendo únicamente el salario básico. “Todos sabemos que esto es el preludio de más despidos”, advirtió.
En paralelo, las petroleras reevalúan sus estrategias de inversión en Vaca Muerta, afectadas por la combinación de inflación persistente, tipo de cambio oficial atrasado y dificultades para importar insumos críticos. En este contexto, algunas compañías priorizan esperar la finalización del oleoducto Vaca Muerta Sur, clave para la expansión exportadora, antes de retomar el ritmo inversor en el upstream.
La huelga de la próxima semana se da apenas días después del proceso electoral interno del gremio, que reafirmó el liderazgo de la lista Azul y Blanca, encabezada por el propio Rucci.
La huelga petrolera se perfila como la más importante del año en la Cuenca Neuquina, y podría tener un impacto directo en la producción de crudo y gas no convencional.