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Luciano Castro y Griselda Siciliani revelan su verdad sobre el amor y el compromiso en el Teatro Astros

Tras la función de La Llamada, la pareja se mostró relajada y sincera ante la prensa, dejando claro que su vínculo se basa en la libertad y la complicidad, lejos de las convenciones tradicionales.

Por Redacción

Jueves, 24 de julio de 2025 a las 12:11
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En el hall del Teatro Astros, luego de la segunda función del musical La Llamada, Luciano Castro y Griselda Siciliani se mostraron juntos y cómplices, captando la atención de quienes asistían a la obra. La pareja, protagonista de numerosas miradas, se retiró abrazada con una naturalidad que reflejaba confianza y tranquilidad.

El musical, que ha tenido éxito en Europa bajo la dirección de Los Javis, propone una mezcla de comedia, música y reflexión sobre la libertad individual. Sin embargo, esa noche, la escena más esperada fue la presencia relajada y sonriente de Castro y Siciliani, quienes recibieron saludos y gestos afectuosos en el foyer del teatro, incluso bajo el brillo de los flashes.

Al salir, fueron abordados por periodistas ansiosos por conocer detalles de su relación. Fue Griselda quien tomó la palabra primero, declarando con simpleza: “Estamos genial, re enamorados”. Esa frase abrió la puerta a preguntas sobre la posibilidad de formalizar el vínculo mediante el casamiento.

Con una mezcla de sinceridad y humor, la actriz aclaró: “Estamos re bien”, evitando profundizar en definiciones tradicionales. Además, sostuvo un principio claro: “Todas las relaciones tienen que ser en libertad”, aunque reconoció con una sonrisa autocrítica que, como todos, tiene “algún lado tóxico”, admitiendo esa cuota de imperfección humana que a menudo se oculta.

La conversación tomó otro tono cuando Griselda invitó a Luciano a hablar, cuestionándolo sobre su conocida timidez frente a los medios: “¿Por qué te cuesta tanto pararte frente a los micrófonos?”, le preguntó con complicidad. Él respondió con honestidad: “Debería tener a esta altura mucha más cintura y ser más elegante, más canchero, pero a veces me pongo nervioso y me pongo tosco, y no sé qué decir. Soy casi bueno, pero es esa incomodidad que me supera, es sólo eso, amor”.

Este intercambio improvisado pareció más una charla íntima que una entrevista formal, donde ambos expusieron sin reservas sus pensamientos sobre la convivencia, el amor y la idea de formalizar la relación.

Luciano aclaró que no le molesta que se hable sobre el casamiento o la convivencia, aunque a veces puede tener “un mal día”. Fue contundente al señalar que “no hay debate, es algo que yo quiero y ella no, así que no va a pasar nunca”, reflejando una diferencia que no genera conflicto sino aceptación mutua.

Por su parte, Griselda cerró el tema con una frase que bajó las expectativas: “No nos queremos casar”. Luciano recordó que hubo un momento en el que ella pareció aceptar una propuesta, pero luego aclaró que fue “un chiste, y que si no había que firmar nada, sí”. Las risas compartidas evidenciaron que, para ellos, las etiquetas y formalismos no son prioridad.

En una noche donde el foco estaba puesto en un espectáculo que explora la identidad y la libertad, Luciano Castro y Griselda Siciliani ofrecieron una imagen fuera del guion habitual: un amor basado en la complicidad, la elección diaria y el disfrute compartido, sin necesidad de sellar su vínculo con un papel.

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