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Alerta de la NASA: una anomalía magnética avanza y afecta a Argentina y países vecinos

La Anomalía del Atlántico Sur crece y se desplaza, debilitando la protección natural del planeta frente a radiación espacial y poniendo en riesgo satélites, sistemas GPS y comunicaciones en la región.

Por Redacción

Viernes, 25 de julio de 2025 a las 13:22
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La NASA emitió una alerta mundial por el avance de una irregularidad en el campo magnético terrestre conocida como Anomalía del Atlántico Sur (AMAS), que afecta al hemisferio sur y cubre una amplia zona que incluye gran parte de Argentina, además de áreas de Brasil, Paraguay y Bolivia.

Este fenómeno produce un debilitamiento en la protección natural que ofrece la Tierra contra partículas solares y radiación espacial, lo que genera preocupaciones sobre posibles fallas en satélites y sistemas de navegación debido al aumento de radiación cósmica en la región.

La AMAS no solo ha crecido en tamaño, sino que también se ha desplazado aproximadamente 20 kilómetros hacia el oeste, lo que amplifica su impacto en las áreas afectadas, según informó la NASA.

Este debilitamiento del campo magnético puede provocar interferencias tecnológicas y daños en equipos que dependen de la estabilidad geomagnética, como los satélites en órbita baja y ciertos sistemas de telecomunicaciones, elevando el riesgo de errores en la navegación y en las comunicaciones.

El fenómeno fue detectado por primera vez en 1958 por geofísicos asociados a la NASA, pero cobró mayor relevancia en 2020 cuando se observó que la anomalía se dividió en dos núcleos diferenciados. Desde entonces, la NASA utiliza satélites como Swarm e ICO para monitorear su evolución constante.

Aunque esta anomalía no se puede percibir a simple vista y no representa un peligro directo para las personas, sus efectos pueden sentirse de forma indirecta. Entre los principales riesgos se encuentran:

 

  • Fallos en satélites y sistemas GPS: La exposición prolongada a radiación elevada puede dañar componentes electrónicos, provocando errores en navegación y telecomunicaciones.
  • Problemas en vuelos de gran altitud: Las aeronaves que cruzan estas zonas podrían enfrentar interferencias o verse obligadas a modificar sus rutas para evitar riesgos.
  • Interrupciones en servicios de comunicación: Si la anomalía continúa expandiéndose, podría afectar redes de datos, transmisiones satelitales e incluso el acceso a internet en ciertas regiones.

 

Organismos internacionales como la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) mantienen un seguimiento constante para detectar cualquier cambio significativo en la anomalía y trabajan en investigaciones para comprender mejor su comportamiento y reducir su impacto en la tecnología y la vida cotidiana.

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