Referéndum en Rusia

Putín a un paso de quedarse hasta el 2036

Esta tarde finaliza el proceso electoral del referéndum ruso para decidir si modifica, o no, su Constitución Nacional. La reforma jubilatoria y una reelección de Putin hasta el 2036 son los principales temas en juego. La oposición denunció la utilización de la pandemia de coronavirus por parte del oficialismo, para evitar campañas en contra a la reforma constitucional.
miércoles, 1 de julio de 2020 · 11:31

Hoy finaliza el referéndum ruso para decidir si se lleva adelante, o no, una importante reforma constitucional del país. El punto más importante a modificar es el que se refiere a las pautas electorales y si se cumple el objetivo de Putin, podría quedar al frente del Kemlin hasta el 2036.

El proceso electoral estaba previsto realizarse en el mes de Abril, pero a raíz de la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, la Justicia Electoral rusa definió un calendario de votación que arrancó el 25 de Junio y finaliza hoy, para evitar que los sufragantes se agolpen frente a las urnas.

Se espera que ya a partir de las 18 hs. de hoy (hora local) se comiencen a publicar los primeros resultados, aunque los detractores del oficialismo no reconocen la legalidad del proceso; lo consideran fraudulento desde el inicio mismo del debate formal. Las diferentes facciones de la oposición coinciden en que la pandemia fue, para Vladimir Putin, la excusa perfecta para evitar que quienes están en desacuerdo con la reforma, puedan expresar públicamente su postura.

Más allá de la reforma electoral que se destaca entre los cambios de la carta magna, la administración Putin evitó hablar de ese punto durante la campaña e hizo principal foco en los beneficios que se plasmarían en la Constitución para con la tercera edad, principalmente un marcado aumento en las jubilaciones. Esta estrategia le resultó muy provechosa al oficialismo ya que en su peor momento, por la caída de su imagen positiva, Vladimir Putin aún ostenta poco más de un 60% de aprobación popular.

El primer mandatario ruso es, sin lugar a dudas, el hombre más poderoso del país en este nuevo milenio. Casi una década después de la caída del comunistmo, llegó Putin, quien representó esa imagen dura e inflexible que de algún modo extrañaban los románticos del régimen soviético y, si bien la vuelta al segundo mundo no está en la idea de nadie, la experiencia capitalista propuesta por Mijail Gorbachov, no era el paraíso de libertades individuales que se enunciaba en su propaganda.

Putin representa para los rusos, ese punto medio entre la libertad de mercado y el Estado contralor, y la sociedad de la ex Unión Soviética se siente relativamente cómoda con esa sensación; además, la oposición está representada en su mayoría, por una élite intelectual que propone siempre soluciones conciliadoras a los temas de Estado, una forma de hacer política con la que Rusia y los rusos no se sienten muy a gusto.

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