Detuvieron a un niño de 12 años que había llevado a su escuela en el noreste de Florida, Estados Unidos, tres armas de fuego, una de ellas cargada. Además, según su madre, hace unos días el pequeño había matado "accidentalmente" al perro de la familia de un disparo. Recordemos que allí, las clases continuaron, pese a la pandemia de Coronavirus.
La situación se descubrió, porque a uno de los maestros del colegio le llamó la atención que el niño portara dos estuches de comida, uno de los cuales aparentaba ser muy pesado.
El hombre le ordenó al alumno que mostrara lo que llevaba, y lo que encontró lo sorprendió: En el estuche más pesado había un revólver y una pistola semiautomática, además de dos cajas de municiones del calibre 38. Inmediatamente avisó a la dirección del colegio y a la policía, y el joven fue separado del resto del curso.
Lo dramático fue que mientras el niño estaba aislado en una habitación, un policía que lo vigilaba, se dio cuenta de que llevaba otra arma bajo la ropa. Registró al menor y descubrió una pistola semiautomática que estaba cargada y procedió rápidamente a quitársela.
En el pupitre del niño se halló luego un dibujo de un hombre armado delante de una escuela y cuerpos de personas con manchas de sangre a su alrededor. Fue entonces cuando la madre del niño le contó a la policía que su hijo recientemente había matado a la mascota familiar, un perro chihuahua, al escaparse un tiro de una escopeta de perdigones.