El Banco Fassil de Bolivia, uno de los más grandes del país, fue intervenido por las autoridades tras la detención de cuatro de sus ejecutivos por delitos financieros. Esto generó protestas inmediatas y la toma de algunas sucursales por parte de los clientes en distintas ciudades del país. La intención era ver la forma de poder retirar su dinero.
El director de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra, explicó que se intervino el banco por el “incumplimiento de pago de una y más obligaciones líquidas” con sus clientes. Ahora se iniciará un proceso de adjudicación para que otros bancos asuman los depósitos de los clientes, y las operaciones financieras quedaron suspendidas por 30 días.
Según Yukra, los ejecutivos del Banco Fassil son los responsables de esta situación y sostuvo que fueron “reacios” a las medidas correctivas que les sugirió la ASFI. Según una investigación, se detectó también la aprobación de un crédito equivalente a 1,5 millones de dólares a una mujer de 18 años que tiene la capacidad de pago de solo 10.000 dólares.
Cabe recordar que, desde hace casi dos meses, Bolivia ha estado experimentando una situación inusual de alta demanda de dólares y una situación general de incertidumbre económica. Esto se debe a un informe emitido por el Banco Central de Bolivia que reveló que las Reservas Internacionales Netas (RIN) habían alcanzado su nivel más bajo desde 2014.
Según algunos analistas, la situación del Banco Fassil se debe también a que, en febrero de 2023, el Banco Central suspendió temporalmente la obligación del encaje legal sobre los dólares para contrarrestar la escasez de divisas. Esto minimizó el control estatal y alentó la especulación, reduciendo las garantías brindadas por los bancos sobre su cartera de depósitos.