Seúl y Washington advirtieron este jueves que si Corea del Norte usa sus armas nucleares contra Estados Unidos o Corea del Sur, significaría “el fin” del régimen de Kim Jong-un. La advertencia llegó mientras el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol estaba de visita de estado en EE. UU. para discutir el fortalecimiento del paraguas de seguridad estadounidense para Corea del Sur.
La llamada “Declaración de Washington” tiene como objetivo reforzar el paraguas nuclear de Estados Unidos sobre Corea del Sur. En esta ocasión, incluye el envío regular de un submarino nuclear estadounidense a Corea del Sur, algo que no se había hecho desde la década de 1980. Pero por el momento, no hay planes para instalar armas nucleares en el país.
El valor práctico de la declaración es dudoso, ya que Corea del Norte puede no temer a un submarino nuclear equipado con un misil balístico con un alcance de más de 7.400 km. El rango “demasiado largo” del armamento podría implicar que no pueda alcanzar a Corea del Norte si estuviera en aguas surcoreanas.
Si bien el acuerdo representa un refuerzo en las relaciones entre EE. UU. y Corea del Sur, puede que no apacigüe al público surcoreano, cuya mayoría cree que el país debería desarrollar sus propias armas nucleares. Esto puede generar nuevas tensiones internas, si es que la Declaración solo limita las ambiciones nucleares de Seúl y prosiguen las pruebas de misiles norcoreanas.