Este domingo se celebrarán las elecciones presidenciales y parlamentarias en Turquía. Esta vez, el presidente Recep Tayyip Erdogan enfrentará un desafío sin precedentes, que podría poner fin a dos décadas en el gobierno. Lo enfrenta Kemal Kilicdaroglu, líder del Partido Popular Republicano (CHP) y candidato por la Alianza Nacional, una coalición opositora de seis partidos.
Las elecciones tienen lugar en medio de una grave crisis económica y a menos de tres meses de un feroz terremoto en el sur de Turquía y el norte de Siria. Allí murieron más de 50.000 personas y más de 5,9 millones fueron desplazadas. Esto podría afectar las elecciones, ya que la mayoría de las provincias afectadas por el terremoto eran bastiones de Erdogan.
De hecho, el jefe del Consejo Supremo Electoral de Turquía, Ahmet Yener, dijo el mes pasado que podría haber 1 millón de votantes menos en las zonas afectadas por el terremoto debido al desplazamiento. No obstante, los analistas predicen una participación récord de los votantes este año y una contienda reñida.
Kilicdaroglu, el principal candidato opositor, tiene 74 años y nació en la provincia oriental de Tunceli, de mayoría kurda. Es un legislador que representa al CHP desde 2002 y que ascendió en la escalera política hasta el liderazgo partidario. Ya enfrentó y perdió con Erdogan en elecciones pasadas, pero este año sus chances parecen más firmes que nunca.
Kilicdaroglu representa al partido formado hace 100 años por Mustafa Kemal Ataturk, el padre fundador de la Turquía moderna y secular. Si bien contrasta con las raíces islamistas del partido Erdogan y su base conservadora, la Alianza Nacional ha prometido representar a todas las facciones de la sociedad turca.