El multimillonario Elon Musk, fundador de SpaceX y propietario de Tesla y de X, dijo que su país debería dejar ingresar a todos los inmigrantes “trabajadores y honestos”. En este marco, el empresario aseguró ser "extremadamente proinmigrante".
El propio Musk es inmigrante, ya que nació en Sudáfrica. Junto al congresista republicano Tony Gonzales, con quien acudió a la localidad fronteriza de Eagle Pass. Desde allí se mostró en contra de permitir la entrada a personas que "rompen la ley". También criticó la situación en Nueva York, donde la llegada en los últimos meses de números récord de personas ha puesto contra las cuerdas a las autoridades locales.
La incursión de Musk en la frontera se da justo cuando una agencia federal antidiscriminación de Estados Unidos presentó una demanda contra Tesla. Se la acusó de permitir un racismo "generalizado" en su ya investigada planta de Silicon Valley y de tomar represalias contra los trabajadores negros que se opusieron a esos abusos.
Según la demanda, los obreros de la fábrica de Tesla en Fremont, California, han soportado de forma rutinaria estereotipos, insultos raciales y hostilidad desde al menos 2015. Tesla "sometió a empleados negros en sus instalaciones de montaje en Fremont, California (...) a acoso racial severo o generalizado y creó y mantuvo un ambiente de trabajo hostil debido a su raza", dice el documento judicial. "La mala conducta racial fue frecuente, continua, inapropiada, inoportuna y se produjo en todos los turnos, departamentos y puestos", completó la comisión.
El viernes pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) reportó cerca de 233.000 detenciones de migrantes irregulares a lo largo de la frontera con México durante el mes de agosto, un aumento de 27% frente a julio y la mayor cifra de encuentros mensuales en lo que va del año.