En la puerta de la casa matriz del Banco Provincia, de la ciudad de La Plata, un médico advirtió que decenas de personas se amontonaban sin distancia social, el pedido primordial y básico en todo el mundo por la pandemia de Coronavirus. Y atento a su vocación les dijo: “El banco no va a cerrar, por favor están todos juntos”.
Ninguno de los allí presentes se movió. Incluso algunos comenzaron a responderle y vociferar críticas por el mal funcionamiento del banco. A pesar de atender con turno, a diario se arman largas filas frente a las sucursales del Bapro.
"¿Ahora te acordás de eso? Hace 3 horas que estamos acá" le recriminó un muchacho. “Yo no tengo la culpa, están entrando de a poco, pero ¿ustedes se dieron cuenta están todos juntos?”, respondió el médico.
A pesar de las advertencias del profesional de la salud, ninguna de las personas que esperaban para ingresar a la sucursal se movió, por lo que decidió insistir, pero reingresó desilusionado al banco, luego de que un hombre que estaba en la cola le gritara algo relacionado al Gobierno y el FMI. “No flaco, no me podés decir eso”, se lamentó el profesional. Escenas que ya se han vuelto cotidianas, en la "nueva normalidad".