El dólar pasa constantemente por etapas de cambios y los billetes, en muchas ocasiones, cambian sus diseños. En este marco, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) mantiene una normativa estricta y saca de circulación ciertos billetes de 20, 50 y 100 dólares. ¿De qué se trata?
Año a año, el organismo autárquico financiero de los Estados Unidos, que administra los dólares junto a la Oficina de Grabado e Impresión de Norteamérica, saca de circulación todos los billetes que se encuentran en mal estado. Es decir, dólares de 50 y 100 que estén rotos, manchados o destruidos saldrán de circulación.
Se trata de una orden inquebrantable del ente económico estadounidense. En su lugar, la BEP ofrece un reembolso de un porcentaje de su valor a todas las personas que entreguen el billete en las oficinas de la organización. En esa instancia, las autoridades se encargarán de analizarlo y aprobar la devolución.
Qué hacer con los billetes que salen de circulación
Los billetes que salen de circulación, como se dijo anteriormente, deben ser enviados a la Oficina de Grabado e Impresión de los Estados Unidos (BEP). Para hacerlo deberás seguir los siguientes pasos:
Deberás enviar tus dólares rotos por correo a la dirección de la BEP en Washington DC.
En el sobre, además, deberás adjuntar una carta en donde tendrás que explicar cuando dinero envías y cómo es que se dañó.
La dirección a la que debes enviar todo el paquete es: Bureau of Engraving and Printing, Mutilated Currency Division, Office of Financial Management, 14th and C Streets SW, Washington, DC 20228.
Deberás también incluir tus datos completos e información personal para que te devuelvan el dinero si es que la evaluación es positiva.
El proyecto de la Fed para renovar todos sus billetes consiste en una iniciativa a largo plazo donde los dólares de todas las denominaciones serán reemplazados por versiones nuevas y más modernas.
Cada uno de los billetes de dólar, tanto el de 5 como el de 10, 20, 50 y 100, contarán con una nueva estructura. Se apunta, en este marco, a mejorar la tecnología en las transacciones físicas y evitar así posibles fraudes.