Aunque al momento de ser auxiliado, luego de matar a su esposa de cuatro puñaladas por la espalda, Pedro Acuña estaba agonizando, los médicos lograron salvarle la vida. El femicida de Marisa Galdame se recuperó milagrosamente y fue dado de alta. Fue trasladado a la Comisaría 6° donde quedó detenido en una celda solo, para evitar el ataque de otros internos.
El hecho conmocionó a toda la región. El crimen de Marisa es el cuarto femicidio del año en Río Negro. Como sucede habitualmente, la mujer había denunciado a su pareja por violencia de género, había pedido una restricción de acercamiento, pero luego dio marcha atrás. Se desconoce si tuvo acompañamiento de la Justicia cuando decidió retirar la demanda contra el padre de sus hijos.
El homicidio fue el lunes 30 de octubre, en la pequeña casa que la familia ocupaba en el asentamiento Islas Malvinas. La Policía tomó conocimiento porque los hijos de la pareja salieron corriendo y pidieron ayuda en la casa de un vecino. Los llamados a la Comisaría 6° no fueron atendidos porque el teléfono de la unidad policial estaba fuera de servicio.
La autopsia determinó que uno de los puntazos que recibió Marisa fue letal. Le perforó la vena cava superior y murió desangrada en cuestión de segundos. El agresor intentó suicidarse, se clavó el cuchillo a la altura del abdomen y en el cuello. Estaba agonizando cuando llegó la Policía y el personal médico del hospital.
Fue internado en terapia intensiva y debieron operarlo de urgencia para suturarle el intestino que estaba perforado. Recibió también varias transfusiones sanguíneas y su estado era gravísimo, con pronóstico reservado.
Es más por su condición médica, es que el fiscal Ricardo Romero solicitó una audiencia para que permanezca con custodia en calidad de detenido pese a que el Código Procesal Penal de la provincia no permite que una persona este privada de su libertad sin ser acusado formalmente por un delito. Acuña debía estar presente en la acusación.
Este mediodía, una comisión policial de la Comisaría 6° llegó al hospital Ernesto Accame, para buscar a Acuña, que fue trasladado esposado y alojado en una celda individual con custodia.
De acuerdo a trascendido, el femicida no recordaba nada de lo sucedido, al menos eso fue lo que les confió a las enfermeras que lo atendieron luego de que se recuperar del coma inducido. De todas maneras cualquier declaración que no se hace ante la Justicia no tiene validez para el expediente.
Con esta recuperación, se espera que el fiscal Romero solicite una audiencia de formulación de cargos, en la que solicitará la imputación por el femicidio y prisión preventiva como medida cautelar. Desde el Ministerio Público adelantaron que aún no existía el pedido, pero que seguramente será mañana.