GUERRA NARCO
Cayó un narco cerca de la comisaría con un arma
Al menos dos de los ocupantes de un Chevrolet Onix tienen antecedentes y cumplieron condena por diferentes delitos.El ulular de las sirenas de los patrulleros llamó la atención de quienes pasaban por el lugar. Además las potentes luces azules rebotaban en las paredes y, contra un paredón, los policías tenían a tres personas. Mientras que los peritos estaban de cabeza dentro de un auto al que estaban revisando por todos lados.
La información oficial es confusa y no aporta claridad a lo que sucedió. Es que ni el personal interviniente de la Comisaría 6° de Allen puede explicar con precisión por qué decidieron detener la marcha de un Chevrolet Onix a una cuadra de la Unidad, sobre calle Don Bosco al 500.
El impresionante operativo policial que incluyó más de 20 policías, incluidos los jefes de la comisaría, no coincide con la explicación que brindaron: "Estaban en actitud sospechosa y por eso los detuvimos". Lo cierto es que el auto tenía tres impactos de bala en la carrocería, en el interior encontraron un arma, una importante suma de dinero en efectivo y un bagullo de cocaína. Además, al menos dos de los tres ocupantes son conocidos en el ambiente delictivo por diferentes delitos: uno de ellos es un narco, ladero del capo roquense Javier Luna, detenido desde 2019.
Los tres son oriundos de Roca y quedaron detenidos algunas horas. Mientras el personal de la Brigada de Investigaciones de Allen y de Roca comenzó a peinar las diferentes zonas como para tratar de determinar qué hacían estos tres delincuentes allí. También movieron contactos en búsqueda de algún dato sobre los impactos de bala que tenía el Chevrolet Onix, pero no pudieron determinar nada.
Por lo pronto se sabe que el auto es el mismo que fue utilizado por uno de los delincuentes, Franco David Izquierdo de 29 años, hace unos días para robar mercadería de una despensa en barrio Nuevo de Roca y que fue atrapado minutos después en su casa de las 827 viviendas. El auto está a nombre de su mamá. Él tiene antecedentes y en 2020 salió en libertad condicional de la cárcel de Roca donde estuvo cumpliendo condena. "No es demasiado vivo y se pone peor cuando está falopeado", recordó un viejo investigador al que Mejor Informado le preguntó si lo conocía.
Otro de los detenidos es Pedro Agustín Zamboni Cabrera, tiene 31 años, y el 3 de septiembre de 2019 la Justicia Federal lo condenó en un juicio abreviado a 3 años y ocho meses de prisión por "haber intervenido en una organización dedicada al comercio de estupefacientes integrada por tres o más personas", la que era liderada por Javier Oscar Luna, quien hasta que lo pudieron atrapar, manejaba gran parte del negocio narco en el sector norte de Roca con base en el barrio Quinta 25.
Según la investigación de la Justicia Federal, la cocaína que vendían se fraccionaba en la casa de Zamboni, sobre el tradicional paseo del canalito sobre la calle Isidro Lobo al 1300. En el allanamiento realizado en ese domicilio, le habían encontraron una bolsa con cocaína, recortes de nylon para hacer los bagullos, un arma de fuego, celulares y dinero en efectivo, pesos, dólares y euros.
Pero la relación entre el Gordi Zamboni y el Gordo Luna no terminó bien, es que las extravagancias del capo narco hizo que toda la Policía estuviera detrás de ellos durante varios años. Y un reproche terminó en una balacera entre ambos. Tan mala era la relación entre ellos, que no quisieron compartir abogado durante el juicio que terminó con 14 condenados, muchos de ellos familiares entre si.
Junto a ellos en Allen, se encontraba otra persona, de la que no se conocen los antecedentes y que rápidamente recuperó la libertad. En tanto que sus compañeros de auto tuvieron que quedarse un tiempo más en los calabozos de la Comisaría 6°, pero al no existir ninguna denuncia de la participación de ellos en algún hecho delictivo, no había motivos para dejarlos tras las rejas.
Tanto Zamboni como Izquierdo brindaron una explicación que no resultó muy creible, que habían llegado a Allen para cambiar unos dólares y es por eso que tenían unos 200 mil pesos en su poder. Claro que ante la aparición del arma de fuego no pudieron dar alguna justificación y del bagullo de cocaína, aseguraron que era para consumo personal.
Tantas dudas generó la explicación como la versión que brindó la Policía de lo sucedido. De todas maneras fuentes consultadas insistieron en que algo hicieron en Allen y que el dinero es fruto de algún ilícito, el tema es que la víctima no podría justificar la tenencia de ese dinero.
Por esto también es que no suena creible que los uniformados sólo hayan actuado porque los vieron en una actitud llamativa y sospechan que alguien de peso en el ambiente delictivo de la ciudad les avisó sobre la presencia de estos tres roquenses en Allen y que habían sido perseguidos a tiros minutos antes.