El 22 de junio, Walter Antonio Orellana fue declarado culpable tras haber reconocido su responsabilidad penal por el femicidio de su ex pareja, Karen Ibarra. Este lunes, la fiscal del caso Carolina Mauri solicitó la imposición de prisión perpetua y los tres jueces que integran el tribunal hicieron lugar al planteo e gravaron la pena.
Se trata de la única opción posible que plantea el Código Penal cuando la víctima es una mujer y su muerte se produjo mediando violencia de género. La integrante de la unidad fiscal de Violencia Contra las Mujeres, Diversidades y Delitos Sexuales explicó previo a la intervención del tribunal que hay “una valoración de las circunstancias en abstracto ante este tipo de hechos", la cual es la que “define la pena y restringe a los jueces para valorar circunstancias atenuantes”.
Orellana cometió el femicidio durante la tarde del 11 de noviembre de 2022 en una vivienda del sector El Trébol del Parque Industrial. Allí, agredió físicamente a su ex pareja frente a los cuatros hijos que tenían en común.
Al principio, le clavó un tenedor en el pecho, pero Ibarra pudo escapar del domicilio por una ventana. Orellana logró alcanzarla y la golpeó hasta que la hizo perder la conciencia. Regresó a la vivienda, buscó una llave francesa y un martillo y retornó para continuar la agresión con esos elementos. Se detuvo recién cuando llegó la policía.
Asimismo, también golpeó a sus hijos, pero sin provocarles lesiones graves a ninguno. Si bien Ibarra fue intervenida en distintas oportunidades, estuvo internada en estado vegetativo irreversible hasta que murió el 28 de abril de este año.
Según informó el Ministerio Público Fiscal, Orellana fue declarado responsable por homicidio agravado por el vínculo, por alevosía y por haber sido cometido mediando violencia de género (femicidio), en concurso real con lesiones leves agravadas por el vínculo, en calidad de autor.
Aunque la defensa reconoció la gravedad de los hechos, planteó la inconstitucionalidad respecto de este tipo de penas privativas de la libertad. Por su parte, el tribunal no hizo lugar e impuso la pena de perpetua. Además, los tres magistrados aceptaron la extensión de la prisión preventiva por dos meses hasta que la pena esté en condiciones de ser ejecutada.