La Mega Banda marcó un antes y después en el ambiente delictivo regional. El líder era un ex empleado judicial de Cipolletti, José "Chiqui" Forno, que fue condenado a 30 años de cárcel por 15 robos que incluyen entraderas y boquetes. La capacidad económica que tiene es importante y le permite mantener poder dentro de la cárcel de Roca. Uno de sus cómplices, José "Pepe" Nondedeu, que gozaba de libertad hasta que quede firme la sentencia, se fugó al conocer la decisión de la Corte y que las penas quedaban firme.
En el juicio quedó demostrado que Chiqui era quien dirigía cada uno de los golpes, los estudiaba, elaboraba el plan y desde afuera controlaba toda la situación. Por eso y por tener antecedentes, recibió la pena más elevada. La investigación se inició con el boquete que sufrió la empreza Zanellatto en Cipolletti y tiempo después una entradera en la casa de la misma familia, en el barrio El Manzanar.
Quedó demostrado que no eran goles al azar, que había una planificación previa y que se trataba de una banda que actuaba de manera coordinada, usaban armas, podían escalar y hacer boquetes. Pero también manejaban muy bien sus conocimientos en sistemas de alarma, que violaban con facilidad.
Las escuchas telefónicas fueron fundamental en el proceso. Se determinó que mientras actuaban, todos estaban conectados por celular y tiempo después de cada golpe, cuando las grabaciones de las intervenciones llegaban a los investigadores, quedaba en evidencia su participación en los hechos.
Precisamente las escuchas y su legalidad fue el planteo que realizaron los abogados defensores, que llegaron a la Corte Suprema. Supuestamente la forma de obtención y el tiempo en el que los teléfonos estuvieron pinchados violaban las garantías constitucionales. Pero ayer se conoció que el máximo órgano judicial del país rechazó la queja y sin más por recusar, la sentencia quedó firme.
De esta manera se confirmó que Forno deberá permanecer 30 años en prisión (asociación ilícita y ocho robos agravados), además se le unificó con una pena anterior en 33 años; Su ladero, Aníbal Meneses: 25 años (asociación ilícita y seis robos agravados); Pablo Muñoz: 23 años (asociación ilícita y seis robos agravados); Gustavo Curruhinca: 25 años (asociación ilícita y seis robos agravados) le unificaron en 31 años; Franco Cisneroz: 15 años (asociación ilícita y seis robos agravados), unificación en 20 años; Rubén Acuña: 12 años (asociación ilícita y dos robos agravados) y unificación en 16 años; Benito Pereira Caniullan: 15 años (cinco robos agravados) y unificación en 33; José Alonso: siete años y seis meses de prisión (dos robos agravados). Unificación en 14 años y seis meses: Roberto Vilches: cinco años (un robo agravado).
Hubo cuatro miembros que recibieron penas menores por su participación en los hechos, Juan Surber: tres años en suspenso (un robo agravado en calidad de partícipe necesario) y unificación en 4 años de prisión efectiva; Manuel Meneses: tres años de prisión en suspenso y pautas de conducta (un robo agravado en calidad de partícipe necesario); Gustavo Roche: tres años de prisión en suspenso y pautas de conducta (un robo agravado); y la única mujer del grupo Ingrid Muñoz: tres años de prisión en suspenso y pautas de conducta (un robo agravado en calidad de participe secundaria).
Otro que recibió una pena menor fue el allense José "Pepe" Nondedeu, hijo de un ex concejal peronista de la ciudad. A él lo condenaron por dos años y seis meses de prisión efectiva (un robo agravado en calidad de partícipe secundario) y le unificaron la pena en 3 años de cumplimiento efectivo.
Nondedeu es bastante conocido en Allen desde antes de formar parte de la Mega Banda, es que en 2009 la Policía le encontró en su taller mecánico una gran cantidad de explosivos. En un allanamiento en su casa en pleno centro de Villegas y España, le secuestraron una computadora, un escaner y una impresora con la que adulteraba documentación de autos, pero además tenía dos latas de pintura con Gelamón 25, un potente explosivo del tipo gelatinoso de muy alto poder y a la resistencia al agua. Las latas tenían mechas lentas y Nagolita, otro expansivo que funciona como cobertor.
De acuerdo con las pruebas que se recolectaron, sólo pudieron atribuirle la participación en un hecho de los cometidos por la Mega Banda. El robo a Blancoamor en Cipolletti, ocurrido 26 de marzo de 2016 entre las 3 de la mañana y las 8.30, cuando sacaron del depósito de la calle General Paz dos camiones y un furgón cargados con mercadería, después de entrar por los techos y desactivar el sistema de alarmas.
Pepe como lo nombraban, fue el que filtró los datos para cometer el robo, y al que llamó Forno cuando uno de los camiones que ya habían cargado con muebles, colchones y acolchados, no arrancaba.
Desde el juzgado de Cipolletti se lanzó el alerta para su captura, aunque desde Policía no brindaron información al respecto, como tampoco una foto para que quien lo vea pueda brindar datos para su detención.