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Lunes 28 de Julio, Neuquén, Argentina
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Chacarero boliviano mató de un escopetazo a un joven que robaba cebollas y no irá a la cárcel

El productor de Huergo disparó en la oscuridad y mató a un joven de 27 años que escapaba con bolsas de cebolla. Lo condenaron por homicidio con exceso en la legítima defensa, pero cumplirá la pena en libertad.

Lunes, 28 de julio de 2025 a las 15:55
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La comunidad se movilizó los días posteriores para evitar que el chacarero quede detenido

Un productor de Huergo que mató de un escopetazo a un joven que intentaba robar cebollas de su chacra fue condenado a tres años de prisión en suspenso. La Justicia lo halló culpable de homicidio con exceso en la legítima defensa, pero no irá a la cárcel. La decisión fue tomada tras un acuerdo entre la fiscalía, la defensa y la familia de la víctima, un trabajador golondirna.

El hecho ocurrió durante la noche del 12 de marzo de 2024, en chacra 431 de Ingeniero Huergo, cercana a la Ruta Chica, en la zona que se conoce como puente de la "S. Aquella jornada, el productor se encontraba en su casa, dentro del mismo predio donde trabaja y vive junto a su familia. Según contó durante la investigación, desde hacía tiempo sufría robos de cebolla, y esa noche escuchó ruidos en la oscuridad.

Cuando salió a ver qué pasaba, alcanzó a divisar a una persona que cargaba bolsas de cebolla y se alejaba corriendo. Fue entonces que tomó una escopeta y disparó varias veces. Uno de los disparos alcanzó de lleno a Marcelo Suárez, un joven de 27 años que murió en el lugar. La escena quedó congelada hasta la llegada de la policía.

El chacarero fue detenido en un primer momento y luego liberado, mientras la fiscalía descentralizada de Regina comenzaba a reconstruir lo sucedido. Mientras, vecinos y otros productores manifestaron por la libertad del hombre de apellido Camacho. Tras un año de trabajo, se logró determinar que el hombre actuó en un contexto de miedo y oscuridad total. La fiscal del caso, Vanesa Cascallares, explicó que el productor creyó que su familia corría peligro, ya que estaban a pocos metros de donde ocurrió todo.

Las partes llegaron a un acuerdo de juicio abreviado. El chacarero, de origen boliviano, aceptó su responsabilidad, se declaró culpable y asumió la calificación legal de "homicidio simple con exceso en la legítima defensa en concurso real con portación de arma de fuego sin autorización legal". El juez de Garantías, Gastón César Pierroni, homologó el acuerdo y dictó una condena de tres años en suspenso.

Entre las pruebas de mayor peso se tuvo en cuenta una pericia balística que determinó la distancia, el ángulo del disparo y cómo se dio el movimiento del tirador. Según la fiscal, esos datos permitieron entender que el chacarero reaccionó bajo presión, en una situación de tensión extrema.

También se tuvieron en cuenta otras cuestiones: el productor no tiene antecedentes penales, tiene domicilio fijo, trabaja en la zona desde hace años y colaboró en todo momento con la Justicia. No intentó escapar, entregó el arma, contó lo que pasó y se sometió a todas las pericias. Además, una evaluación psicológica confirmó que el hombre estaba alterado emocionalmente, con miedo, y que siente remordimiento por lo que hizo.

Otro punto importante es que la madre del joven muerto fue informada en todo momento sobre el avance de la causa y no puso objeciones al acuerdo judicial. El hombre, ahora condenado, no irá preso pero deberá cumplir una serie de reglas de conducta estrictas durante los próximos tres años: no podrá tener ni usar armas, deberá presentarse cada tres meses ante el IAPL, no podrá consumir drogas ni abusar del alcohol, y deberá someterse a un tratamiento psicológico. Además, tiene prohibido acercarse a la familia de la víctima.

 

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