TRAS EL QUINTO ROBO SIGUE EN PIE
El Comedor Quimey resiste a la delincuencia
La garra de quienes se ponen al hombro las situaciones de los que menos tienen, da muestra de entereza ante los sucesivos robos.Después de levantarse del traspié que significó el quinto robo sufrido por el Comedor Quimey, el lugar que asiste diariamente con platos de comida a más de 700 personas, sigue su camino.
Ayer, se conoció que el lugar donde llegan los más necesitados, por un plato de comida, contención por problemas o para capacitarse en algún oficio fue violentado y robado.
En el lugar ubicado en intersección de la calle Racedo y Avenida del Trabajador, pleno oeste capitalino, un grupo de personas que a diario desarrolla tareas inherentes al comedor al que tantos llegan provistos de un bolso y algún recipiente buscando comida para toda la familia.
Con la intención de no entrar en el reparto de lo que se lleva, hombre o mujer que llega al lugar aprovecha para servirse su plato ahí mismo, compartiendo con quienes están en la misma condición. Al terminar, toman su bolso con el recipiente incluido y se dirigen a sus domicilios, donde su cónyuge y sus hijos esperan matar el hambre del día.
No se entiende entonces, por qué, al haber tanta gente involucrada en la espera de esa asistencia la delincuencia los elija como blanco fácil en ocasiones reiteradas.
Hoy fuimos a ver si ya funcionaba y para nuestra sorpresa Alicia Fuentealba, su directora, nos contó que ya están de pié "porque la gente no espera, la gente necesita".
La mujer, nos cuenta felíz que la alegra de nuestra visita "porque no es lo mismo que me hagan reportaje por teléfono, nos interesa que la gente conozco esto, vea como trabajamos", señala con orgullo.
Alicia, también cuenta que en ese lugar "no solo se da de comer, también damos contención a mujeres golpeadas, atendemos casos de violencia familiar, hacemos capacitaciones", dice. También nos cuenta pronto contarán con un nuevo edificio, y el sector actual se utilizará solo para capacitar.
Así, mientras algunos todavía no entienden como evitar la delincuencia, Alicia y sus colaboradores toma lo ocurrido como un tropiezo, inclusive ya se levantó, se sacudió el polvo y sigue su camino diario por los que menos tienen.