A Maximiliano Néstor Arrieta le atribuyen haber cometido distintos delitos y que, además, incumplió las obligaciones para evitar la propagación del coronavirus. Este hombre, de 22 años, fue condenado a la pena de 9 meses de prisión de ejecución condicional.
En consecuencia, no volverá a la cárcel, salvo que incumpla las medidas que le impuso la Justicia, y que van desde no abusar del consumo de bebidas alcohólicas ni consumir estupefacientes, hasta presentarse en forma cuatrimestral ante el organismo de control.
Arrieta estuvo detenido seis días en distintas comisarías de Neuquén, ciudad en la que perpetró las andanzas que le atribuyen.
La Oficina de Seguimiento y Ejecución Penal informó que la sentencia quedó firme el 19 de agosto y que se lo consideró “responsable del delito de violación de las medidas para impedir la propagación de una epidemia”.
Este muchacho fue sorprendido deambulando sin autorización el 19 de abril (a las 17), el 7 de mayo (a las 2 de la madrugada) y el 15 de julio (a las 3 de la madrugada).
Luego hubo otros hechos: el 7 de agosto le atribuyeron encubrimiento por "receptación dolosa" (con perdón de la jerga judicial), se trata de ocultar elementos producto de un delito; y, hace apenas unos pocos días, el primero de septiembre, le atribuyeron hurto agravado por escalamiento, en grado de tentativa. En otras palabras, lo pescaron y no logró llevarse nada.
El caso tiene alguna que otra similitud con el que se conoció en agosto, cuando la Justicia neuquina condenó a la pena de tres años de prisión condicional, a una persona de unos 30 años identificado como Jorge Jonathan Palma Venavidez.
Fuentes judiciales contaron que deambulaba por las calles de la ciudad de Neuquén armado, en momentos en que lo prohibían las medidas para evitar la propagación del coronavirus.