MUERTE DE UNA INOCENTE

A Danila no la mató una bala perdida, las balas no se pierden

En Cutral Co los tiroteos son moneda corriente. Los delincuentes se creen sicarios, dueños y señores. Al hijito, el proyectil lo rozo dejándole una cicatriz, no solo en una de sus manos, si no también, una profunda en su vida.
martes, 12 de octubre de 2021 · 14:09

"La bala pasea segura y firme durante su trayecto hiriendo de muerte al viento, más rápida que el tiempo defendiendo cualquier argumento. No le importa si su destino es violento, va tranquila, la bala, no tiene sentimientos", recita una de las frases de la canción del protestante, Réne Pérez (ex Calle 13). Inevitablemente lo podríamos asociar al reciente asesinato de la joven madre Danila Acuña, en el Barrio Belgrano (ex 450 Viviendas) de la ciudad petrolera de Cutral Co.  

 

En la noche del pasado viernes, Danila, de 20 años, acurrucaba a su hijo de 4, en una de las habitaciones del departamento que alquilaba; y en paralelo dos bandas se tiroteaban desde la terraza del edificio del 10 al bloque 7. Unas 30 detonaciones se efectuaron. "Dejen de disparar che, hay muchos nenes viviendo en el barrio, no sean pelotudos", fue la última frase que dijo la joven... ya que segundos después, uno de los proyectiles viajó directo, sin escala e ingresó por la ventana en la que se había asomado, la misma cubierta con un cartón, (que hacia de vidrio y cortina a la vez). La bala, calibre 22, ingresó en la zona abdominal de la jovencita, matándola en el acto. 

 

La bronca e indignación de los familiares y del vecindario, podríamos decir, que hizo que la Justicia actúe con cierta rapidez. Unas horas después del crimen tres hombres quedaron detenidos y con prisión preventiva por el asesinato de Danila. Todos tenían un arma cada uno. No es la primera vez que se lloran víctimas en la comarca petrolera: Luciano Fuente en el barrio Peñi Trapún, Laura Gutierrez en el barrio Nehuen Che y Erica Navarro en el barrio Otaño. 

 

Los tiroteos son moneda corriente. Los delincuentes se creen sicarios, dueños y señores. Al hijito de Danila, el proyectil lo rozo dejándole una cicatriz, no solo en una de sus manitos, si no también una profunda en su vida. La misma bala (no perdida) le quitó a su mamá. 

 

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Comentarios