Río Negro dejó de ser espectadora en el desarrollo energético nacional. El gobernador Alberto Weretilneck anunció que a partir del 6 de septiembre comenzarán a ingresar por el puerto de San Antonio Este unas 7.800 toneladas de acero, insumo clave para la construcción de los tanques de almacenamiento del megaproyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS). “Ya no la vemos pasar, somos protagonistas”, aseguró el mandatario, marcando el tono político de esta nueva etapa.
El cargamento fue encargado por la empresa CB&I y su desembarco en territorio rionegrino marcará un hito logístico, con impacto directo en el empleo local. La operación fue tema central de una reunión entre el Gobernador, el intendente de San Antonio Oeste, Adrián Casadei, y representantes del sindicato portuario SOPSAO, quienes acordaron garantizar un operativo ordenado y seguro.
El proyecto VMOS es una obra de infraestructura sin precedentes en la región: contempla un oleoducto de 437 kilómetros desde Allen hasta Punta Colorada, y una terminal marítima de exportación que será una de las más grandes de Sudamérica. En su punto máximo, podría despachar hasta 700.000 barriles diarios, lo que representa el total de la producción actual de petróleo de Argentina.
El buque recorrerá la zona de Punta Colorada
Mientras tanto, frente a la costa de Punta Colorada, ya trabaja el buque OSV Fugro Resilience. De bandera bahameña y 83 metros de eslora, se encargará durante cuatro semanas del estudio geotécnico del lecho marino. El objetivo es definir la ubicación exacta de las futuras monoboyas de carga, esenciales para la exportación del crudo. Las muestras recolectadas serán analizadas en un laboratorio a bordo y luego enviadas a centros especializados en Estados Unidos.
El consorcio VMOS, que reúne a YPF, PAE, Vista, Shell, Chevron, Pampa Energía, Pluspetrol, Tecpetrol y la estatal GyP de Neuquén, ya consiguió un financiamiento internacional de 2.000 millones de dólares. Se espera que la terminal comience a operar en septiembre de 2026 con una capacidad inicial de 180.000 barriles diarios, cifra que se triplicará el año siguiente.
El acuerdo firmado con VMOS prevé un piso del 80% de mano de obra rionegrina, compras locales prioritarias y un programa de monitoreo ambiental permanente en el Golfo San Matías. La llegada del acero no solo es el inicio de una obra: es la señal concreta de que el desarrollo ya empezó.