PRIMERA MOTORISTA NAVAL DE LA ARMADA

Rita, contra viento, injusticias y marea... sigue luchando

Toda una vida relacionada con el mar y con la lucha por la inclusión de las mujeres marítimas en la Argentina.
sábado, 27 de noviembre de 2021 · 01:14

Rita Martinelli ingresó a los 12 años a la Escuela Naval de Puerto Belgrano y a los 16 ya era motorista naval de la Armada. Toda una vida relacionada con el mar y con la lucha por la inclusión de las mujeres marítimas. En diálogo con el periodista Sergio Sarachu, en una nutrida charla por MI Radio, contra viento, injusticias y marea, contó cómo y porqué, sigue luchando. 

 

"Yo ingresé a la base naval Puerto Belgrano, a los 12 años, estudié y fui una afortunada de haber tenido una muy buena educación por las Fuerzas Armadas, y cuatro años después - a sus 16 - me recibí de motorista auxiliar clase II, en la cual me desempeñe hasta el año 90´", comenzó a relatar con firmeza y entereza.

 

Fue un ´´boom´´ para esa época, los años 80, que sean mujeres las que ingresen a la armada, un sector "categorizado" y "encasillado" por hombres. Se podría decir que anticipaban el empoderamiento que se iba a visualizar en el futuro (la actualidad). 

 

Apenas había cumplido los 15 años y estuvo a punto de ir a la Guerra de las Malvinas: "Uno vive por la patria, ´´con gloria a morir´´, por eso firme como enfermera auxiliar, con los que quedábamos últimos, y finalmente se firmó la rendición de la Argentina, y nos fuimos", como ella, eran varios y varias jovencitas a punto de partir al sur, a defender las Islas argentas. 

 

Una mujer que tiene por vocación el mar. Ella fue la encargada de la reparación del Ara Belgrano antes que parta a Malvinas: "Gracias a dios tuve compañeros excepcionales que me ayudaron a ser quién soy, lo que somos nosotros, como solemos decir: ´´Lo que dijimos con la boca, lo bancamos con el lomo con orgullo y somos marítimos de corazón y vocación". 

 

 

De más está decir que el trabajo en el mar es un mundo reservado para hombres, y en la actualidad, pese a que la sociedad ha evolucionado en ese sentido, se siguen observando actitudes machistas. "Para mí ser parte de las primeras mujeres marítimas en el país es un orgullo, reconozco que el marinero quiere a la mujer arriba de un barco, porque somos marineras, somos buenas trabajadoras, el tema es que a veces, el sistema o la gestión en este caso el sindicato es el que nos excluye. Dónde hay un privilegio de amiguismo o un círculo de mujeres más ´´calladas´´ idolatrando al hombre, y nosotras somos marítimas tenemos el mismo derecho que el hombre y podemos la misma ´´hombría´´ siendo mujer porque tenemos los mejores ovarios para poder trabajar en esta profesión".

 

La voz de Rita no tiembla, al contrario, con fuerza recita: "Por eso esta es mi lucha, porque al tener siempre esta ideología, desde chica, he estado bastante excluida del sistema, y vengo desde el 2010 luchando contra todo esto". 

 

Pedidos de favores a cambio de trabajo

Ella en el 2000, radicada en Villa Regina, Rita se abocó a la crianza de sus hijos, ya que era madre soltera, y dejó por el momento, de lado su pasión y por eso mismo se retiró. Igualmente, trabajó de todo durante nueve años: en la fruta, manejó camiones, taxis... una varieté de profesiones. Con sus hijos ya educados y crecidos, decidió volver a su vocación y en el año 2009 regresó a Buenos Aires.

 

"Y ahí me entrevisté con uno de los delegados del sindicato de los marítimos, y me acosó, como me puse firme y evite que continúe con su ´´propósito´´, me dejó fuera del sistema". 

 

Denunció y desde ese momento, a la fecha, lucha por que la reconozcan, aunque la tildan de "fabuladora y fantasiosa", pero la vivió fue víctima de un acoso y ahora es víctima de una sistema que, en el caso de las Fuerzas Armadas, defienden al hombre. 

 

 

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