La comunidad educativa de la Escuela Primaria N°267, ubicada en la localidad neuquina de Arroyito, atraviesa por momentos de profunda preocupación y tensión. Padres y madres de alumnos repudiaron públicamente el regreso de Alejandra Tamborindegui, exdirectora de la institución, quien fue sancionada en 2022 por el Consejo Provincial de Educación (CPE) tras una serie de denuncias por malversación de fondos públicos, abuso de poder, maltrato a docentes y hostigamiento a estudiantes.
El rechazo fue canalizado a través de mensajes públicos y testimonios directos de familias que aseguran haber padecido durante años las consecuencias de una conducción autoritaria y arbitraria. “Queremos que la escuela sea un espacio seguro para todos. Nuestros hijos no pueden elegir. Exigimos escuelas seguras, con adultos responsables en ellas”, expresaron los padres en una nota dirigida al CPE.
Según el testimonio de Mariana Castillo Merlo, madre de un alumno y una de las voceras de las familias organizadas, la gestión de Tamborindegui durante más de una década estuvo marcada por “actitudes intimidatorias, patoteriles y revanchistas”. Castillo asegura que, una vez iniciadas las denuncias, la directora retiró el refrigerio escolar a los alumnos y suspendió el uso del transporte escolar para ciertas familias, en lo que definen como “una especie de ajuste de cuentas”.
“Fue una forma de castigar a quienes nos animamos a hablar. Cada vez que salía a la luz alguna situación, su manera de proceder no era la de alguien que conduce una escuela, sino la de alguien que actúa con impunidad”, afirmó Castillo.
Las denuncias fueron formalizadas en 2022 y derivaron en una sanción efectiva por parte del CPE, que decidió apartarla de su cargo y reubicarla en otra institución educativa. Ahora, dos años después, su reingreso a la Escuela 267 fue comunicado sin mediación alguna, lo que provocó el estallido del conflicto actual.
“Nosotros entendemos que ella es una trabajadora y tiene derechos, pero nuestros hijos también los tienen. Y ellos no pueden elegir. Esta es la única escuela en Arroyito. No podemos aceptar que una persona sancionada por el propio CPE vuelva como si nada hubiera pasado”, manifestaron en un comunicado firmado por decenas de familias.
Los padres temen represalias directas contra sus hijos tras haber impulsado las denuncias, y aseguran que “la presencia de Tamborindegui genera un clima de miedo, desconfianza y tensión constante”.
“Ya demostramos su falta de idoneidad para estar a cargo de una escuela. Todo lo que denunciamos fue comprobado. Ahora nos piden que miremos para otro lado. Pero no vamos a permitir que nuestros hijos vuelvan a ser rehenes de este tipo de prácticas”, concluyeron.
Hasta el momento, no hubo una respuesta pública por parte del CPE ni de la propia Tamborindegui.