VACA MUERTA, LA JOYA

Argentina: la paradoja de importar lo que le sobra

Argentina cuenta con una de las reservas de shale gas y petróleo no convencional más importantes del mundo, pero sigue importando gas. A continuación, un panorama de qué es Vaca Muerta y qué representa.
sábado, 1 de octubre de 2022 · 11:36

Argentina tiene un potencial incomparable en la región para el desarrollo de hidrocarburos no convencionales. Es el cuarto país con recursos no convencionales de petróleo y el segundo con recursos de gas (27 mil millones de barriles / 802 mil millones de pies cúbicos). Estas reservas no convencionales representan el 8% y el 11% de este tipo en el mundo. Asimismo, Argentina es uno de los cuatro países a nivel mundial que produce este tipo de hidrocarburos junto con Estados Unidos, Canadá y China. La principal formación de hidrocarburos no convencionales del país es Vaca Muerta. Aunque fue originalmente descubierta en 1927, no fue sino hasta 2011 que se confirmó su gran potencial. Situada en la cuenca neuquina, Vaca Muerta ocupa una superficie total de 36.000 km2 y abarca cuatro provincias: Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza. Cabe subrayar que no se trata de un yacimiento, sino que es una formación sedimentaria depositada en un mar de edad jurásica.

Vaca Muerta es una fuente de gran envergadura de recursos no convencionales en la medida en que predominan las reservas de shale gas y shale oil. El shale se caracteriza por ser una formación sedimentaria que contiene gas y petróleo, pero que carece de la suficiente permeabilidad para que los hidrocarburos puedan ser extraídos con los métodos convencionales. De este modo, se vuelve necesaria la aplicación de nuevas tecnologías para su extracción. En particular, el método a implementar se basa en la inyección de agua a alta presión que, junto con la aplicación de agentes de sostén, permiten que los hidrocarburos atrapados en la formación rocosa fluyan hacia la superficie.

En 2013, la Administración de Información Energética de Estados Unidos publicó un informe sobre las perspectivas de las reservas de recursos no convencionales a nivel global. El estudio remarca que Argentina posee el yacimiento más importante de gas y petróleo no convencionales fuera de Estados Unidos. A nivel más general, se señala que dos tercios de las reservas de shale gas categorizadas como “recuperables” se concentran en sólo 6 países: Estados Unidos, China, Argentina, Argelia, Canadá y México. En tanto, dos tercios de las reservas “técnicamente recuperables” de petróleo no convencional se concentran, también, en seis países: Rusia, Estados Unidos, China, Argentina, Libia y Australia. Las implicancias de esta distribución son sumamente importantes para las perspectivas de Argentina dado que en un supuesto escenario en el que el mercado de hidrocarburos estuviera limitado a los recursos no convencionales, el país estaría en condiciones de ser un formador de precios a nivel internacional.

Inversiones

Vaca Muerta ha estado en el centro de la escena en lo que se refiere a la atracción de inversiones en Argentina. La explotación de la formación está distribuida entre distintas empresas públicas o privadas así como también iniciativas conjuntas público-privadas. La compañía YPF - cuyo principal accionista es el Estado argentino - opera en una zona que abarca el 42% del área. Por su parte, GyP - la empresa estatal de la provincia del Neuquén - desarrolla sus actividades en el 12% de la superficie de Vaca Muerta. El 46% restante se distribuye entre empresas que han realizado importantes inversiones a lo largo de la última década. Entre ellas se destacan: ExxonMobil, Pan American Energy, Petronas, Pluspetrol, Shell, Tecpetrol y Wintershall. Además, desde 2013 YPF ha firmado acuerdos de asociación con Chevron, Dow, Petrolera Pampa, Bridas, y Petronas. Asimismo, se firmaron acuerdos de cooperación y estratégicos con PDVSA, YPFB, ANCAP, Statoil y Gazprom, entre otras. De acuerdo con los datos publicados por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, las inversiones pioneras anunciadas o ya realizadas suman más de 20 mil millones de dólares.

Gasoducto Néstor Kirchner

En 2022, el Gobierno nacional anunció el inicio de la construcción del gasoducto “Néstor Kirchner”, cuyo objetivo es conectar la producción de Vaca Muerta con la red de distribución de gas natural licuado de todo el país.

Con el objetivo de incentivar la inversión en Vaca Muerta, en septiembre se anunció la extensión de los incentivos a la producción de gas natural hasta 2028 en el marco del Plan Gas.Ar. Las ediciones 4 y 5 del plan ofrecen a las empresas de hidrocarburos la posibilidad de suscribir contratos a más largo plazo a la vez que garantizan precios competitivos para fomentar la producción incremental. Asimismo, las empresas que hayan elegido extender los beneficios del plan hasta 2028 contarán con prioridad para acceder al nuevo gasoducto una vez que se encuentre en funcionamiento.

¿Por qué Vaca Muerta se convirtió en un recurso sumamente estratégico?

La relevancia estratégica de Vaca Muerta se deriva de su riqueza en materia de recursos naturales. Sin embargo, ha adquirido una importancia crítica en la agenda del Gobierno nacional en el marco de la crisis económica y la escasez de reservas que afecta a la Argentina, a lo que se suma el impacto de la guerra en Ucrania sobre el precio de los hidrocarburos.

Las estimaciones indican que el gasoducto permitirá sustituir importaciones de gas por unos 3.000 millones de dólares anuales. A su vez, Argentina podrá aumentar las exportaciones de gas a Chile, un insumo clave para las industrias, centrales eléctricas y comercializadoras trasandinas. Estas cifras permiten proyectar una importante reversión en la balanza comercial energética. Desde 2011 esta balanza es deficitaria y se estima que en 2022 el déficit alcanzará los 4.700 millones de dólares, principalmente como producto del contexto internacional.

Argentina se caracteriza, así, por la paradoja de contar con recursos de sobra bajo tierra y, sin embargo, tener que destinar los escasos dólares que producen otros sectores para importar energía. Hacia adelante, la sustentabilidad energética del país debe estar a la cabeza de las prioridades de los sucesivos gobiernos para convertirse en una política de Estado. Solo así parece posible asegurar la provisión de gas necesaria para el consumo doméstico así como también para abastecer a la industria nacional. La generación de divisas resultante de la explotación de estos recursos tendrá un impacto fundamental en la estabilidad macroeconómica de la Argentina, permitiendo potenciar las exportaciones y, por ende, acumular reservas internacionales.

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