Si bien toda realización de obras tiene el objetivo de perfeccionar las condiciones estructurales de un lugar para mejorarle la vida a los ciudadanos que habitan allí, el caso de La Sirena no aplica en este sentido. Hace más de un año, la cotidianidad del barrio son calles cortadas y obras inconclusas. Los comerciantes de la zona denuncian que sus ventas cayeron drásticamente, como así los vecinos reclaman que aumentaron los hechos de inseguridad y el caos en el tránsito.
La calle Ceferino Namuncurá fue la más afectada por este hecho. En la esquina entre ésta y la calle Ignacio Rivas, el cartel que informa el inicio de obra data desde diciembre del 2021 y tiene como plazo estimativo unos 5 meses. Si bien los vecinos hacen énfasis en que no están en contra del avance de obras -lógicamente-, el retraso en los tiempos hizo perder la paciencia a gran parte de la comunidad, ya que además los cortes de calle son totales y no contemplan el impacto a los negocios barriales.
La Cámara de Comercios de Neuquén (CCN) relevó los testimonios de los comerciantes afectados por estas medidas. Georgina Ñanco, presidenta de CCN, comentó en Mejor de Tarde por 24/7 Canal de Noticias sobre el informe que realizaron en el sector: "En este lugar hay ocho comercios en dos cuadras los cuales le ha bajado pero tremendamente la venta en un 80%. Si vos pasas ahora, ya está. No anda más gente acá".
Asimismo, Ñanco agregó que habló con personal que trabaja en la obra y le explicaron que tienen complicaciones para definir una fecha, ya que no cuentan con planos de la zona y tienen que ser precavidos para evitar algún daño que haga postergar (aún más) la finalización de la misma.
Si bien a los comerciantes les afecta primordialmente porque altera su capital económico al no tener clientes, no son los únicos damnificados. Los vecinos del barrio apuntaron que también hubo hechos de inseguridad: "Los vecinos no pueden entrar sus vehículos a sus casas a guardarlos al garage. Entonces, el mismo encargado de obra me dijo que le están pagando alquiler en otras cocheras para que guarden el auto porque estaban sufriendo robos", agregó Ñanco.
Y, aclaró que hay una gran falta de iluminación en esta parte. "Entonces, es una boca de lobo. O sea, se presta para que haya robos", sostuvo.
Pero, no es todo. A estos dos atenuantes, se suma el caos en el tránsito: "Hay mucho accidente porque se hace mucha fila de vehículos en horario pico. Todo lo que es Luís Beltrán e Ignacio Rivas, un embotellamiento de autos", detalló.
Los trabajadores que hablaron con la Cámara de Comercio afirmaron la necesidad de un subsidio o una quita de impuestos por parte del Estado: "Es insostenible esta situación. Ya no podemos estar así", dijo una de las comerciantes que declaró ante la CCN.