Las playas de Punta Perdices, popularmente conocidas como "El Caribe de La Patagonia" por su belleza que evoca, a la distancia, la postal que muestran destinos caribeños, contarán este año con un estacionamiento.
La medida, según se anunció, no persigue un fin recaudatorio. Busca ordenar el tránsito vehicular e impedir que los rodados sigan dañando el manto de conchillas que cubre su arena, y qué, literalmente, se está pulverizando por la alta circulación en zonas costeras qué, en realidad, están vedadas para automovilistas.
La decisión surgió del Concejo Deliberante, ante una iniciativa que presentaron tres jóvenes vecinos del lugar, una de ellas una ex guarda ambiental.
"Organizar el tránsito impidiendo que se avance hacia la costa va a provocar que no siga dañándose el área, y que entre todos podamos ayudar a la recuperación de ese espacio, para evitar que siga degradándose" dijo Walter Castro Véliz, en diálogo con Mejor Informado.
Véliz es uno de los promotores de la propuesta, que fue aprobada por los ediles días atrás.
"El estacionamiento funcionará cerca de la zona en la que actualmente se encuentra el parador más cercano. Es un predio que cedió el municipio y que estamos acondicionado. Tendrá lugar para 600 vehículos, con posibilidad de ampliación. Es al aire libre. Una zona tendrá sombra y otra no, por eso por estacionar en espacio sombreado habrá un precio diferente" contó el joven.
El lugar estará en funcionamiento entre fines de este mes y principios de enero. "Todavía no están fijadas todas las tarifas, pero pensamos cobrar $800 la hora, con opción a menor costo si deja medio día o día completo. Los residentes del Puerto San Antonio Este no abonarían, pero los que residan en Las Grutas o en San Antonio Oeste pagarán lo mismo que los turistas" aseguró el muchacho.
Por ese monto se garantizará la seguridad de los rodados y un espacio adecuado de fácil acceso a la zona costera.
El impacto vehicular en el manto de conchillas
En Punta Perdices y otras playas del Puerto San Antonio Este la arena está cubierta de un manto compuesto por restos de valvas de moluscos, qué, a lo largo del tiempo, fueron erosionándose con el sol y el viento.
Ese lecho 'crujiente' y llamativo, según los expertos, conforma, más allá de su belleza paisajística, un sustrato que respira. La arena que se deposita debajo de él es la que alimenta el sistema dunar.
Ahora, el tránsito vehicular está pulverizando esa capa, y esto, más allá de cambiar la estética del lugar, podría tener consecuencias irreparables para la integridad de la costa. Por eso desde la secretaría de ambiente municipal desde hace tiempo están alertando a los conductores.
Evitar que los vehículos ingresen directamente a la zona costera es la única medida que evitaría esa degradación.
"Con este nuevo estacionamiento lograremos organizar ese flujo vehicular" aseguró Walter Castro Véliz.