POLÉMICA CON PLANES SOCIALES
¿Es más importante un piquetero que un trabajador, en Neuquén?
Aunque parezca insólito, los líderes piqueteros neuquinos siguen el acampe resistiendo ofertas de trabajo concreto.El “acampe” tripartito de piqueteros frente a Casa de Gobierno de Neuquén -comparten autoría y protagonismo el PO, el FOL y la CTEP- seguiría, se estimaba en los círculos afines al gobierno de Rolando Figueroa, hasta, al menos, el viernes; la persistencia, sin embargo, no modificaría la actitud del gobierno respecto de la transformación de 740 planes sociales en trabajos concretos y reales.
Como se sabe, los piqueteros rechazaron la propuesta laboral. En concreto, César Parra (PO) y Soledad Urrutia (CTEP) comunicaron formalmente al gobierno que pretenden seguir recibiendo los aportes económicos del gobierno, básicamente, en las mismas condiciones. Es decir, sin trabajar.
Cuando se habla del aporte, implica (para las 740 personas alcanzadas por este plan) 1.173 millones de pesos al año pasado. El último pago que hizo el gobierno fue de 143 millones de pesos. Esta plata las “organizaciones sociales” la quieren seguir manejando, y, según parece, se arrogan la representación de las más de 700 sin que exista la certeza de cuál es la posición de cada una de esas personas respecto del ofrecimiento laboral efectuado.
El gobierno les propuso, según ha trascendido, empezar con 150 trabajos concretos para un número igual de personas necesitadas, la semana próxima. La inmediatez del ofrecimiento -de algún modo, una garantía de la seriedad de la propuesta- no conmovió a los dirigentes piqueteros, que siguieron con un tono incendiario en los discursos, recorriendo toda la geografía retórica nacional, hasta llegar al despacho del propio presidente Javier Milei, aunque poco tenga que ver en este tema específico.
Lo concreto es que quienes acampan, supuestamente reclaman por trabajo; pero los líderes de tales acampes, no están dispuestos a que ese trabajo venga por iniciativa del mismo gobierno que, a cambio, le “quita” esas cifras millonarias que acostumbraban recibir. El gobierno de Figueroa, se presume, sostendrá la firmeza: o aceptan la línea de trabajo propuesta, o directamente se eliminará la contribución económica.